La política como conocimiento: Ciencia Politica. Origen. Desarrollo. Objeto. Método. Técnicas.
Conocimiento es el resultado del acto de conocer. Es una correlación entre un sujeto (cognoscente) y un objeto (de conocimiento) que implica la aprehensión del segundo por parte del primero.
El conocimiento político viene a ser aquel que tiene como objeto la realidad política, que puede ser puro o desinteresado o aplicado o interesado. En el primer caso busca la mayor generalización posible para describir la realidad como un todo o en sus partes. Predomina la orientación a la gnosis o logos. En el segundo caso predomina la orientación a la praxis. El conocimiento político aplicado tiene como fines: a) la investigación empírica de determinados fenómenos políticos concretos, b)para la predicción de fenómenos futuros, c)para la prescripción de la conducta política en sus distintas fases y en este caso no solo hay juicios de realidad sino también de valor.
En ambos casos se busca conocer “lo que es”, o sea que en cuanto a su finalidad presentan similitud. La diferencia es que en el conocimiento político desinteresado se busca eso desde el plano general o abstracto y en el interesado desde lo empírico y concreto.
Además en el conocimiento aplicado se busca saber no solo “lo que es” sino “lo que ha de ser”. Lo que hace es valorar aquello que “es” con su proyección acerca de “que hay que ser” y “como hacerlo” y es lo que más lo diferencia del conocimiento político puro.
Ciencia Politica:
Según Max Weber la política es “La dirección o la influencia sobre la dirección de una asociación política, la cual se caracteriza por el control de la violencia física como medio especifico de dominación”. La asociación política por excelencia en el mundo contemporáneo es el Estado.
La dirección de una asociación política implica disponer del poder necesario para tomar decisiones que sean obligatorias y vinculantes para los miembros de un grupo. Aun cuando haya poderes corporativos o sectoriales, sólo el poder político toma decisiones soberanas. Son aquellas aplicables con sustento en el poder coercitivo a la generalidad o un número indeterminado de ciudadanos. Es posible distinguir tres procesos que conforman la esfera de lo político: la toma de decisiones públicas y autorizadas, la adquisición y mantenimiento del poder para tomar esas decisiones y ejercer ese poder, y el conflicto y la competencia por el poder y su utilización.
Josep Colomer ha señalado que el ámbito de la política está dado por la provisión de bienes públicos, es decir aquellos que no pueden ser provistos por el mercado u otros mecanismos privados. Y si bien algunos de estos bienes públicos generan beneficios cuasi universales, la mayoría de ellos (escuelas, hospitales, obra pública, la obra pública, la seguridad social, así como las políticas impositivas al efecto para financiarlos) implican redistribución de los recursos entre los individuos de una sociedad lo que implica conflicto y competencia en la arena política.
En la antigüedad la política implicaba algo más abarcativo. Aristóteles considero al hombre como un animal político, Sartori explica que esta no era solo un aspecto de la vida, sino aquello esencial sin lo cual el hombre no era tal. No existía una esfera política divorciada de una esfera de la sociedad, sino que todo se fundía en la polis. No existía un poder político vertical como el que conocemos hoy día. La política no aparecía como actividad autónoma, ni separada de la ética, ni separada de la religión. Es con Maquiavelo que la concepción de la política es algo diferente “de” , y aparece hasta en conflicto con otras esferas. No obstante el divorcio que implica que “el fin justifica los medios” sugiriendo engaños y fraudes, no implica que la política este divorciada de la ética, quizás no esta objetivada en ella como antes, es decir que se sugiere que la moral política es distinta de la moral convencional. El príncipe posee obligaciones propias de su rol , por ende los criterios que guían a la acción política de dichas obligaciones deben ser específicos a ella o estar en función de la misma. Es decir que la ética y moral particular no es la misma que la de un Principe para dirigir al Estado exitosamente.
Weber señaló que nada de lo anterior significa que la política este desprovista de ética, pero la acción política no puede regirse por los mismos principios que otras disciplinas (ejemplo las religiosas cuando señalan obrar siempre bien) porque el político debe tener constantemente en cuenta las consecuencias de sus actos, puede entonces verse obligado a abandonar sus convicciones y guiarse por la responsabilidad eligiendo medios que son moralmente dudosos o peligrosos. La salvación de la patria puede ser incompatible con la salvación del alma del político.
Para Weber la “gran tragedia” de la política es la necesidad de elegir entre principios éticos diferentes, a veces contradictorios, sin la garantía de saber cual es el correcto: “Quien quiera en general hacer política, y, sobre todo quien quiera hacer política como profesión ha de tener consciencia de las paradojas éticas y de su responsabilidad por lo que él mismo, bajo su presión, puede llegar a ser. Repito que quien hace política pacta con los poderes diabólicos que acechan en torno al poder…Quien busca la salvación de su alma y la de los demás que no la busque por el camino de la política…Desde este punto de vista la ética de la responsabilidad y la ética de la convicción no son términos absolutamente opuestos, sino elementos complementarios que han de concurrir para formar al hombre autentico al hombre que puede tener “vocación política”… la política consiste en una dura y prolongada penetración a través de tenaces resistencias, para las que se requiere al mismo tiempo pasión y mensura. Es completamente cierto, y así lo prueba la Historia, que en este mundo no se consigue nunca lo posible si no se intenta lo imposible una y otra vez. Pero para ser capaz de esto no sólo hay que ser un caudillo, sino un héroe en el sentido más sencillo de la palabra. Incluso aquellos que no son ni lo uno ni lo otro han de armarse desde ahora de esa fortaleza de ánimo que permite soportar la destrucción de todas las esperanzas, si no se quieren resultar incapaces de realizar incluso lo que hoy es posible. Sólo quien está seguro de no quebrarse cuando, desde su punto de vista, el mundo se muestra demasiado estúpido o demasiado abyecto para lo que él le ofrece; sólo quien frente a todo esto es capaz de responder con un “sin embargo”; sólo un hombre de esta forma construido tiene “vocación para la política”.
Entonces hablamos de conflicto entre valores, intereses y grupos y de poder. Claude Lefort los señala como elementos constitutivos de la política, en toda sociedad hay división pero también articulación de las diferencias. La tensión entre el orden y el conflicto puede ser algo considerado como inherente a la política.
La delimitación del objeto de estudio de la ciencia política es el punto de partida para entender sus límites. La ciencia política afronta una paradójica situación: por un lado se anuncia la madurez de la misma respecto a la cantidad y calidad de investigaciones de los politólogos y su enseñanza y por otro a una cuestión ontológica ¿qué es la ciencia política? Dos respuestas posibles se pueden dar a ello si nos posicionamos en el continuum de dos polos que nos ofrece el filósofo Karl Popper. Por un lado la ciencia política puede definirse como un conocimiento determinado basado en las leyes generales aplicables a los fenómenos políticos, y sustentado en el estudio riguroso de los campos empíricos (seria la visión más cercana al lado de los “relojes” de la metáfora popperiana). Por el otro más próxima al polo de las “nubes”, donde se asemeja al arte de hacer, basado en enfoques generales e instituciones tomadas del pensamiento político entendido en sentido lato o amplio. Pero como afirman Almond y Genco, a lo que debe apuntar dicha ciencia es a tener una sustancia plástica situada entre los extremos del determinismo mecánico (relojes) y lo completamente difuso e intratable (nubes).
Para comprender esta situación problemática, se debe apuntar a una síntesis de la historia de la Ciencia Politica desde una perspectiva que combina dos criterios: el tipo de contribución para el avance del conocimiento y el desarrollo institucional de la disciplina. Los debates respecto de su status, la misión del politólogo en la sociedad actual, mediante los aportes de una figura emblemática de la ciencia política argentina: Guillermo O Donnell.
La ciencia política: evolución histórica, principales enfoques teóricos y metodológicos.
a)Los criterios de cientificidad: progresividad y eclecticismo: Pensar en la evolución histórica de la Ciencia Politica como disciplina cognitiva exige, por un lado, preguntarse si se produjo un avance en la cantidad y calidad de conocimientos de los estudios políticos, y por otro, establecer una relación entre la forma en que se concibe la actividad política y las herramientas que se proponen para su conocimiento. Gabriel Almond habla de un progresismo ecléctico, una posibilidad de acumular y mejorar nuestros saberes acerca de cómo se producen los fenómenos políticos en un contexto teórico plural, pero esto abre el interrogante de si no implica esto una inmadurez científica de la disciplina, pero la historia de la ciencia, incluso de las denominadas ciencias duras, se demuestra que no existe una conceptualización del conocimiento universalmente aceptada. Hoy la ciencia forma parte de las construcciones sociales y sus criterios de verdad dependen tanto de los consensos de la comunidad científica como de los criterios de verdad derivados intrínsecamente de sus teorias.
La reflexión sobre la ciencia nace con el ansia misma del hombre por el conocimiento. Desde Platón y Aristóteles en adelante (tomando como referencia el pensamiento occidental) nacen las preguntas acerca de cómo se origina y como se comprueba el conocimiento. Con la ciencia moderna apartir del siglo XVI, sobre todo con la irrupción de la física newtoniana en el siglo XVII, aparece una reflexión sistemática sobre la forma en que se produce el conocimiento científico. El pensamiento de Kant, un intento de combinar en inductivismo del empirismo ingles y el deductivismo de la filosofía cartesiana francesa, ofrece la base epistemológica de las ciencias físico-matemáticas hasta entrado el siglo XIX. En el siglo XIX se producen muchos debates sobre el estatuto de la ciencia, sobre todo con la irrupción de la teoría de la evolución de las especies en biología. Es recién en el siglo XX, cuando se desarrollan las principales corrientes de la filosofía de la ciencia, que impactan sobre la Ciencia Politica.
Según Schuster es posible distinguir 3 enfoques predominantes: El neopositivismo o positivismo lógico (1920-1950), racionalismo critico o falsacionismo popperiano (1950-1970) y el post empirismo (Kuhn, Feyerabend, Laudan, Lakatos). El positivismo lógico buscaba los criterios de verdad de la ciencia en la contrastación empírica y propugnaba por el inductivismo como forma de adquisición del conocimiento, el racionalismo crítico recupero el valor de las teorias y de las deducciones, para ofrecer la no comprobación sino el intento de refutación de las hipótesis científicas como criterio de verdad. En el escenario post empirista, vigente aun, ve a la ciencia como el resultado de las interacciones y acuerdos de quienes la practican. No existe para este último enfoque una sola teoría o corriente que defina de que se trata la ciencia, sino que encontramos un contexto donde viven dispersas bastantes ciencias (Schuster).
Este escenario se replica en el caso de la Ciencia Politica. Están quienes rechazan la posibilidad misma de hacer una ciencia del estudio de la política y quienes pretenden replicar un modelo científico deterministico, es posible encontrar una posición intermedia. De ahí que la postura ecléctico-progresiva o abierto-ecléctica es la que responde mejor a las aspiraciones que podemos tener respecto del status científico de esta ciencia : “Un campo de conocimiento plural, sólido y riguroso donde el progreso se da por acumulación y no por “rupturas paradigmáticas” mediante la “herencia de conceptos, métodos , teorías y praxis” y donde las teorias que se vuelven antiguas o inválidas o bien no reaparecen o bien , si lo hacen , regresan transformadas o incorporadas a nuevas teorias” (Juan Manuel Abal Medina).
En este sentido podemos afirmar que en las ciencias sociales no existe una teoría general sino sólo una acumulación de enfoques, es decir muchas formas de explicar el comportamiento humano sin que ninguna prime sobre otra. Es a partir de estos criterios progresividad del conocimiento y pluralismo teórico, además de la institucionalización de los ámbitos de investigación y enseñanza, que hemos reconstruido la historia de la ciencia política. Historia que varia según el ámbito geográfico y la tradición donde se enmarca. Sin embargo, aunque no siempre fue llamado ciencia, el estudio sistemático de la política tiene antecedentes ilustres en la historia del pensamiento.
Antes de ocuparnos de los debates epistemológicos del siglo XX, nos vamos a detener en algunos autores previos, sobre todo los que pueden considerarse como fundadores de la reflexión sistemática, empíricamente sustentada y comparativa de las instituciones y regímenes políticos. Esta parte de la historia se ha denominado como protociencia de la política, pero no por una actitud de arqueología política, sino porque coincidiendo con Sartori , Almond y otros. No obstante la posible oscuridad de algunos de estos textos , estos dan nota de las preocupaciones políticas del momento, ofrecen esquemas de pensamiento para ordenar lógicamente nuestro análisis y son parte de la prueba del “progresismo ecléctico” de la ciencia política (Abal Medina Juan).
b)Orígenes sobre los estudios sobre la política: En las ciencias es la innovación humana la que implica un cambio de paradigmas, que en el caso de la Ciencia Politica llamamos enfoques o perspectivas acerca de lo político. Desde Platón y Aristóteles en adelante, quienes encontraron en la crisis de la polis democrática el origen de sus teorizaciones, pasando por Hobbes y Locke en el momento del desarrollo del Estado moderno, hasta la invención de la noción de “modelo burocrático autoritario” por parte de Guillermo O Donnell para explicar la combinación propia de Sudamérica en los años 60 entre modernización y autoritarismo, sólo para mencionar que la teoría y la práctica se informa mutuamente.
Ya desde la Biblia encontramos referencias que impactaron sobre el desarrollo de la política occidental, pero el origen del pensamiento político sistemático occidental se remite a la antigua Grecia y en los primeros historiadores como Heródoto, más tarde Tucidides, encontramos comparación de regímenes y especulación sobre las propiedades de los mismos. Sin embargo con la crisis de la democracia ateniense es cuando aparecen las manifestaciones más influyentes de la teoría política clásica como Platón y Aristóteles. El primero en sus dos textos más conocidos “Las Leyes” y “La República” Platón se preocupó por la constitución de una polis justa, una sociedad en la que cada uno de sus integrantes cumpla con su función especifica, es decir para la que estuviese más capacitado. En La República plantea la democracia como un desorden y el caos, propone una aristocracia basada en el conocimiento, es decir un gobierno de los filósofos. Pero tenia poca confianza en los hombres y creía que el gobierno de los filósofos podía deformar en regímenes, el más perverso de ellos la tiranía –gobierno de uno solo que gobierna para su propio provecho- que sucede al desorden de la democracia. Pero el hecho del fracaso en la formación de Dionisio de Siracusa fue causa que de anciano escribiera Las Leyes en el que admite que el gobierno más estable es el mixto, que combina la libertad de la democracia con la sabiduría y la virtud de la monarquía y la aristocracia.
Posterior es lo de Aristóteles cuyo impacto aun sobrevive, que a diferencia de su antecesor divide el gobierno según la cantidad de personas que ejercen el poder y por su orientación favorable o contraria al bien de la comunidad. Tuvo la preocupación no por la búsqueda de un ideal político abstracto sino por analizar el funcionamiento político de las comunidades realmente existentes, su análisis de las constituciones griegas da clara prueba de ello, aunque sin la metodología actual, es un antecedente de la política comparada porque no solo se ocupaba de las cuestiones legales o formales sino por la forma en que los regímenes políticos efectivamente funcionaban. La mejor constitución de la polis era la mixta, mezcla de aristocracia, democracia y oligarquía, pero sobre todo aquella en la que las fuerzas sociales se encontraran en paridad: básicamente los ricos y los pobres compartían el gobierno sin oprimirse entre sí.
A diferencia de los griegos, que postulaban la unicidad del animal político y del animal social en tanto el vivir político era al mismo tiempo el vivir asociado, la ciudad romana (civitas) era una ciudad de politicidad reducida en relación a la polis en tanto que el vivir se basaba en el consenso de la ley y era independiente del vivir político (Sartori).
El aporte importante fue que, si bien no todos estaban habilitados para gobernar como sucedía en Atenas, la autoridad de los magistrados derivaba del pueblo, mediante la investidura de imperium, y se encontraba atada por el derecho. Cicerón señalaba que la autoridad y el derecho se encontraban sujetos siempre por un derecho natural universal, entendido como una norma de justicia que trasciende a los hombres.
Cicerón siguió la clasificación de las formas de gobierno de Polibio para describir su forma ideal de gobierno como una combinación de monarquía, aristocracia y democracia. Polibio sostenía que la historia presentaba una inevitable ley de crecimiento y posterior decadencia. Por eso las monarquías (gobierno de uno) devenían en tiranías, las aristocracias (gobierno de pocos) en oligarquías y las democracias (gobierno de muchos) en oclocracias donde rige la demagogia y la tiranía de las mayorías incultas y el uso indebido de la fuerza. Polibio afirmaba que existía una séptima modalidad mixta, que combinaba elementos monárquicos (Cónsules), aristocráticos (Senado) y democráticos (Asambleas), según el tipo de decisión que debiera tomarse. La constitución romana seria un ejemplo de sistema mixto, que según Polibio era el único capaz de resistir al ciclo de crecimiento y la decadencia.
La crisis del siglo V, dio lugar a una disputa entre autoridades civiles y eclesiásticas. En occidente la consolidación del cristianismo como religión oficial permitió erigir al Papado como institución de gobierno e impulsó un modelo basado en la primacía de la religión sobre la política, en el cual el poder del emperador provenía de la Iglesia. Esto tuvo origen a causa de la teoría de la teocracia papal y el augustinismo político (ciudad terrena subordinada a la celestial. El imperio bizantino o romano de oriente impone el Cesaropapismo, basado en la primacía de la política sobre la religión, en tanto el emperador era el representante de dios en la tierra y sus acciones eran consideradas acciones divinas. Recién a fines del Medioevo Santo Tomás retoma la prédica aristotélica y resurge la preocupación por las formas políticas existentes y la filosofía del cristianismo: conforme a ello reaparece la idea de la soberanía ejercida por los reyes o los magistrados de las ciudades repúblicas italianas, tenía como fuente el consenso popular, aunque esto no significara renunciar al origen divino.
La secularización de la edad moderna reconocida como renacimiento, se plasmo en el pensamiento de Maquiavelo quien produce dos rupturas, una ideológica y la otra epistemológica. Primero señala la diferencia entre la lógica de la moral religiosa y la lógica de la actividad política, lo que permitió que la política se construyera como actividad autónoma, y por el otro rompió con el idealismo del pensamiento platónico predominante en la edad media y postulo el realismo como principio para el estudio de la ciencia política. Desde el Renacimiento a la Ilustración se observó una preocupación creciente en los estudios políticos por la búsqueda de pruebas, de las evidencias y la estructura de inferencia. Se empieza a pretender describir y explicar los fenómenos políticos y no ya tratar sobre cursos de acción.
Con el surgimiento de los Estados-Nación surgen las reflexiones en torno a la soberanía, el origen del poder y el funcionamiento real del mismo. Pero sobre todo surge la necesidad de adaptar el conocimiento político con los avances de las ciencias mas desarrolladas en el momento. En tal contexto Hobbes pretendía una ciencia política inspirada en la matemática, con sus axiomas y principios de la racionalidad, y Locke, asociado con la tradición empirista, sin negar los supuestos o ideas innatas, buscaba relacionar la teoría política con el mundo de las ideas sensibles. Ambos forman parte de los autores que le dieron origen al Contractualismo. La preocupación de Hobbes (hijo del miedo como se autodenomino, ya que el parto de su madre se apresura por la llegada de la armada española “la invencible”) quien escribió durante las guerras civiles inglesas (1642-1651), eran la violencia y el desorden existentes en las relaciones entre los hombres cuando no había gobierno, a lo cual denominó “estado de naturaleza”, donde el hombre es el lobo del hombre.
El Contractualismo es una corriente de las ciencias sociales que emergió en Europa (siglo XVII) y que definió el surgimiento de la sociedad y del poder político a través de un contrato entre los individuos. Contrato que operaba como herramienta para poner fin al estado de naturaleza que se caracterizaba por la ausencia de poder legalmente instituido con capacidad de controlar a todos los miembros de una sociedad. Este estado de naturaleza no era necesariamente un estado de guerra como lo describía Hobbes, o Spinoza pues podía ser paz precaria (Locke) o de felicidad (Rosseau). El contrato que ponía fin al status naturalis o estado de naturaleza podía definir diversas formas políticas: el absolutismo que otorgaba la autoridad soberana (leviatán) el poder absoluto para establecer y garantizar la paz (Hobbes y Spinoza), el liberalismo que establecía limitaciones al poder del soberano a fin de proteger los derechos naturales de los individuos (Locke y Kant) la democracia radical que afirmaba la preeminencia de la voluntad general (Rosseau). Althusser, le adjudica la paternidad de la ciencia política a Montesqieu, se ha dicho que El Espíritu de Las Leyes ha sido lo que fue La Politica de Aristóteles en el siglo XVIII-más que la división de poderes , lo que consagró Montesquieu fue lo que mas tardíamente Loewestein llamó “interdependencia por coordinación”. Antes que la separación entre el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial lo que preocupaba a Montesquieu era la convivencia articulada entre los grupos sociales que conformaban las sociedades anteriores a la Revolución Francesa-. Conocido por su teoría de la división de poderes principalmente su merito estuvo en como un conjunto de principios generales o normas generales se desarrollan en concreto en distintos contextos políticos adquiriendo las matices de esos entornos. Por eso analizo las instituciones no sólo como procedimientos meramente formales sino como costumbres y prácticas, y comparo su desempeño en diferentes sociedades antiguas y contemporáneas. En este sentido se lo puede considerar junto a Alexis de Tocqville uno de los antecesores de la sociología política comparativista, que alcanzo una versión mas cercana al lenguaje epistemológico contemporáneo en los trabajos de Max Weber.
c)La Ciencia Politica en el siglo XX: en el siglo XIX se produce un cambio fundamental en la fisionomía de las ciencias porque nace la sociología como disciplina autónoma. En un contexto desde el punto de vista económico y social influenciado por la urbanización y la industrialización y desde el punto de vista cultural el desarrollo de la filosofía de la Historia y más tarde del marxismo, surge la preocupación por desarrollar un conocimiento positivo de la sociedad: una ciencia social rigurosa e inspirada en el paradigma de las ciencias naturales que dejara de lado las pretensiones metafísicas de la filosofía social y tuviera autonomía del derecho. Auguste Comte (1798-1857), con su “Curso de Filosofía Positiva” , pone la base de lo que a posteriori desarrollarían Marx , Durkheim, y más parcialmente Weber, que sin renegar de la necesidad de desarrollar instrumentos metodológicos para explicar la realidad social, planteó la necesidad de avanzar en un tipo de conocimiento orientado más interpretativamente. El surgimiento de la sociología como campo de estudio específico implicó una clara separación de lo social con respecto a lo político, donde lo social se convierte en un sistema independiente y autosuficiente.
Weber desde la sociología, realiza fundamentales aportes para el conocimiento de los distintos fenómenos políticos, como la dominación, el poder, el Estado, la burocracia y los partidos políticos. En los años finales de su vida profundizo ideas de Maquiavelo sobre la especificidad ética de la política, presentando la inherente tensión que enfrenta el hombre político entre actuar según la “ética de la convicción” y la “ética de la responsabilidad”. La primera tiene como parámetros axiológicos criterios de índole moral como los religiosos, en tanto que la segunda analiza los efectos de ese comportamiento. En este segundo sentido, el auténtico hombre político debe ser consciente de esa tensión, y de la necesidad ineludible de elegir en cada caso que ética seguir. Actuar por “convicción” puede ser moralmente tranquilizador, pero a su vez puede tener consecuencias muy negativas, como sucedió con grupos pacifistas que fueron destruidos por sus adversarios. Actuar con responsabilidad, en tanto, puede implicar recurrir a medios moralmente dudosos: “Quien se mete en política, es decir quien accede a utilizar como medios el poder y la violencia, ha sellado un pacto con el diablo, de tal modo que ya no es cierto que en su actividad lo bueno sólo produzca el bien y lo malo el mal, sino que frecuentemente sucede lo contrario. Quien no ve esto es un niño políticamente hablando” (Max Weber).
En este contexto empiezan los aportes a la ciencia política de fines del siglo XIX y principios del siglo XX. La democracia de masas y el desarrollo de instituciones universitarias más abiertas a este tipo de saberes plantearon un contexto favorable, pero al principio obras como la de Stuart Mill sobre sistemas electorales, Wilson sobre administración pública y Bentley y Lowell sobre formas de gobierno, todavía era difícil separarse de la matriz juridicista y filosófica que hacia que “el deber ser” de lo político predominara sobre el análisis efectivo de la realidad.
Sin embargo, empezaron a hacer publicaciones dedicadas exclusivamente a estudios académicos sobre la política como la American political science (1906), se profesionaliza la enseñanza de la disciplina y los EEUU después de la Primera Guerra Mundial, a romper con su anterior aislacionismo y perfilarse como una de las naciones rectoras de la política mundial: en un país sin tradición en la diplomacia y en la administración publica era necesario formar nuevas elites.
Pero para contar con una ciencia de lo político que no se redujera al estudio formal de las instituciones políticas hacían falta métodos y técnicas acordes. En ese sentido, el positivismo lógico y los epistemólogos de origen europeo ( sobre todo alemán y austriaco) que emigraron a EEUU aportaron elementos para lo que se dio a llamar “revolución conductista”.
a) Politica comparada: del conductismo al neoinstitucionalismo: desde 1920 a 1960 la Ciencia Politica aparece como una disciplina básicamente estadounidense, debido al quiebre del mundo que produce el nazismo y el fascismo y la explosión de la segunda guerra mundial en Europa continental. El crecimiento de EUUU genero el clima propicio institucional, para un adecuado desarrollo de la disciplina. En este marco se busco alejarse del formalismo del estudio de las instituciones y desarrollar comparaciones generales en base a categorías universales. A tal fin los estudios de política comparada adoptaron el enfoque del estructural-funcionalismo, que les permitió utilizar categorías con un alto nivel de abstracción y limitar las características específicas de las instituciones a las nociones de rol, estructura y función. Sin embargo desde los años 80 el estudio de las instituciones políticas ha recobrado interes. El neoinstitucionalismo, en sus diversas vertientes, entiende que las instituciones tienen una influencia autónoma en los fenómenos a explicar, aun cuando las instituciones analizadas ya no sean simplemente las normas formales del viejo institucionalismo sino también redes organizativas informales que condicionan la conducta individual, esto implico traer al Estado de vuelta al análisis politológico.
El conductismo, un cambio de paradigma: Fue una corriente de renovación de la ciencia política surgida a mediados del siglo XX en EEUU. Se baso en la filosofía y en la metodología de las ciencias naturales, poniendo especial énfasis en el estudio de las conductas políticas de los individuos que fueran empíricamente observables. Implico dos cambios en la ciencia política: uno vinculado al objeto de estudio (se dejan de lado las instituciones formales para centrarse en las conductas y motivaciones del hombre en tanto actor político) y el otro a la metodología (puso énfasis en la necesidad de una mayor rigurosidad científica basada en técnicas de investigación cuantitativas). De acuerdo con Dahl, presenta las siguientes características:
§ Generalización de los comportamientos políticos individuales que implica la superación de estudios meramente descriptivo.
§ Observación como origen de dichas generalizaciones (dejando de lado de esta manera a las deducciones especulativas).
§ La verificación de las generalizaciones en base a la observación de la realidad como criterio de objetividad de lo observado.
§ Cuantificación como consecuencia obligada que permite la acumulación sucesiva del conocimiento.
Este tuvo una influencia del positivismo no solamente en el intento de reducir todo a un núcleo empírico verificable mediante la aplicación de metodologías establecidas sino también en la búsqueda de objetividad y acumulación del conocimiento. Implico un quiebre con las corrientes jurídicas, filosóficas e históricas predominantes hasta el momento, sino que rechazo el estudio de instituciones y estructuras jurídicas, también se opuso a las prescripciones normativas y a los presupuestos filosóficos no comprobables empíricamente, también propuso la superación de la mera descripción basada en las especificidades de los casos hacia la búsqueda de patrones que permitan explicar y predecir.
La corriente tuvo influencia en la política Norteamericana en dos etapas 1920 a 1950 y la segunda de 1950 a 1970. Si bien hay autores que no tienen en cuenta la primera etapa de profesionalización y de desarrollo científico progresivo de la disciplina, ésta es fundamental no sólo por la cantidad de datos empíricos relevados y el aumento de la cantidad de profesionales dedicados a este tipo de estudios sino por los temas de estudio que se incorporaron como del desempeño electoral sobre todo por las técnicas de encuesta, y la psicología política, inspirada en el modelo cognitivo del psicólogo John Watson.
Con la segunda guerra mundial comenzó el auge de la revolución conductista (behavioral revolution), que se afianzó en el periodo de posguerra hasta la crisis de los años 60. Las nuevas necesidades socioeconómicas en el plano político y los imperativos políticos de EEUU al integrarse en la coalición aliada contra el eje de la Alemania nazi crearon un clima favorable para la cooperación entre las instituciones gubernamentales y los centros académicos. Politólogos, antropólogos y sociólogos participaron enriqueciendo el trabajo multidisciplinario orientado a entender tanto la problemática política internacional como la interna. En tal marco se favorece la institucionalización de este tipo de estudios. En tal contexto surge una preocupación común ¿Cómo crear un sistema político y una cultura democrática en las sociedades que venían de una experiencia autoritaria y del colapso de sus regímenes políticos? Y esa preocupación tenía un corolario… “dado que las democracias anglosajonas habían sido las más estables…no era este el último y único modelo posible a imitar”?.
Existen dos formas de comprender los fenómenos sociales en el marco de esta concepción, el holismo y el individualismo.
Para el holismo son las estructuras macro-sociales las que influyen y determinan el accionar de los individuos y de otras estructuras macro-sociales. Para en individualismo metodológico las estructuras macro-sociales son el resultado de la agregación de las acciones de los individuos (nivel micro). En este sentido es posible explicar fenómenos colectivos apartir de los comportamientos y estrategias individuales. En el marco de este debate, las teorias estructural-funcionalistas pueden ser encuadradas dentro del holismo y las teorias de la elección racional dentro del individualismo metodológico. Las primeras presentan explicaciones de tipo funcional, según las cuales un determinado sistema cumple con las funciones necesarias que le permiten alcanzar determinado fin. Las segundas por su parte, presentan explicaciones de tipo intencional, según las cuales los individuos son agentes que llevan adelante acciones guiadas por una meta y en donde el resultado no se encuentra predeterminado.
Teorias con influencia del estructural funcionalismo: El estructural funcionalismo es una corriente de las ciencias sociales que se basa en la idea de que los sistemas cumplen con determinadas funciones que les permiten mantenerse en equilibrio , dentro de la sociología su principal representante es Talcott Parsons, quien desarrollo una teoría sobre el sistema social. El sistema social es un sistema de interacción entre actores en el cual la acción esta orientada por las reglas. Estas reglas son expectativas complementarias referidas a los roles y a las sanciones. Las expectativas de rol son lo que se espera que un actor haga en una determinada situación y son lo que organiza las interacciones dentro de un sistema: en la medida de que exista una cierta discrepancia entre el desempeño de los roles y las expectativas de rol, entonces el sistema social no se encuentra completamente integrado. Para Parsons es justamente el poco nivel de integración del sistema social lo que genera conflicto dentro del mismo y el algún punto puede llevar a la destrucción de la sociedad.
La forma en que el sistema garantiza su integración es a través del proceso de institucionalización de valores. Este es garantizado a través de dos funciones: la función de socialización (que implica la internalización de valores comunes a través de instituciones como la familia o la escuela) y la función de control social (que implica la enunciación de expectativas de rol prescriptivas o prohibitivas, es decir el establecimiento de normas y leyes). Visto de este modo el sistema mismo se constituye en una unidad totalizadora y autosuficiente. Dentro de la ciencia política surgen o derivan teorias que se basan en este enfoque, algunas de ellas:
§ Teorias sistemáticas.
§ Estudios de desarrollo político.
§ Teorias culturalistas.
§ Teorias sobre los orígenes sociales de los partidos políticos.
Concepción sistemática de la política: David Easton: Si bien entre 1920 y 1950 se había acumulado mucha información empírica, no se contaba con un esquema explicativo general para ordenarla. Frente a la falencia que Robert Dahl denominó hiperfactualismo, surgen en reacción las teorias sistemáticas de la política. Easton, un politólogo canadiense, introdujo en su libro The Political System. An Inquiry into the State of Political Science (1953) el concepto de sistema político tomando como fuente de inspiración la teoría estructural funcionalista de Parsons, la biología de los sistemas, la cibernética y la psicología conductista estructurada en torno a de los conceptos de estimulo-respuesta. La principal preocupación de Easton fue producir una teoría general que pudiera ligar el conocimiento empírico con la teoría, en tanto el conductismo había mostrado una gran capacidad para recolectar observaciones, pero no así para ligarlas a un marco teórico. A estos efectos, avanzó y define al sistema político como “los roles e interacciones para las asignaciones imperativas de una sociedad en su conjunto”. La vida política es considerada un sistema de conducta y lo que distingue a las interacciones o conductas políticas de otras de otro tipo es que están orientadas a la asignación de valores sociales a través de personas o instituciones con la autoridad necesaria para conseguir su aplicación.
El sistema político se encuentra compuesto por tres elementos: la comunidad política conformada por los actores que pujan por determinadas ideologías, el régimen que constituye una estructura de autoridad y los titulares de los cargos de esta estructura de autoridad. Entonces todo sistema político se encuentra inserto en un ambiente con el que establece cierto patrón de interacción:Para Easton, el sistema político actúa mediante la realización de un proceso de conversión de demandas y apoyos en decisiones y acciones. Si el sistema se ve incapacitado para adoptar decisiones, o estas no son aceptadas por la sociedad, no podrá persistir y será sustituido por otro.
Las demandas y apoyos son los inputs que van de la sociedad al sistema político, en tanto que las decisiones que emanan del sistema político son los outpus. Algunas adaptaciones de la teoría base de Easton incluyen la categoria Outcomes (en nuestro grafico tenemos eso bajo el rotulo “lazo de retroalimentación”) para ocuparse de los efectos de las políticas gubernamentales en la sociedad donde son implementadas. En este sentido el sistema político implica un “proceso de retroalimentación” (termino tomado de la cibernética) basado en la conversión de demandas en tanto recibe las demandas de la sociedad y responde a ellas a través de decisiones.
La debilidad que presenta este enfoque es que no es posible saber a través de que mecanismos las demandas son seleccionadas y se transforman en productos, por lo que se dice que el sistema político es una “black box” (caja negra), pues poco se sabe acerca del proceso de “toma de decisiones” ni del régimen e instituciones implicados en el mismo. Estos son temas de los cuales se ocupará el enfoque neo institucionalista.
Cuando las demandas superan la capacidad de respuesta de la caja negra, se producen la crisis y los colapsos políticos. Se puede producir un cambio de estado del sistema, consistente en cambios de las variables esenciales del sistema que no afectan el modo característico de funcionamiento del mismo. Ejemplo: pueden cambiar el contenido o frecuencia, o el número de las demandas , o el nivel de apoyo (difuso o especifico), o las autoridades, sin que el sistema cambie la pauta característica de su funcionamiento.
También puede darse el supuesto de cambio de régimen o de tipo de sistema, consistente en modificaciones del modo característico de actuación del sistema a través de su proceso de conversión de demandas en productos. En este caso se producen , alteraciones fundamentales en los valores objetivos y estructuras de autoridad del sistema. Ejemplo cuando se pasa de un sistema autoritario a uno democrático o viceversa. En estos casos , generalmente se produce un cambio en las autoridades políticas , siendo sustituidas las antiguas por las nuevas que son las que instauran el nuevo sistema político.
También existe la posibilidad de un cambio en la comunidad política, cuando esta se rompe siendo sustituida por dos o mas comunidades nuevas , como consecuencia del triunfo de movimientos secesionistas.
Por ultimo una destrucción o fallo en la persistencia del sistema, cuando este sea incapaz de tomar decisiones o éstas no son aceptada por la mayor parte de los miembros de la sociedad. En este supuesto , la sociedad se descompone en una guerra de todos contra todos que puede conducir al estado de emergencia o emergencia posterior de uno o varios sistemas políticos nuevos, o la absorción de la antigua sociedad por otra.
Podemos decir que la teoría de los sistemas , afirma su utilizad como enfoque teórico para el análisis del poder, principalmente en lo que se refiere al modelo cibernético. Este ha sabido superar el principal defecto del estructural-funcionalismo, su parcialidad , mediante una adecuada percepción del cambio político.
Sigue vigente en la actualidad , sobre todo en la elección racional de lo que son políticas públicas. Los desarrollos de Easton y Deutsch fueron desarrolladas posteriormente por diversos autores.
Para concluir en lo que respecta a la estabilidad de los sistemas políticos más estables son aquellos donde se produce un fenómeno que se denomina “persistencia en el cambio”: frente a las modificaciones del entorno se producen tantas adaptaciones como sean necesarias; si esto no sucediera la crisis seria inminente.
El trabajo de Easton significó un gran aporte a la disciplina porque permitió incorporar un concepto general para ser utilizado en el desarrollo teórico que permite superar el hiperfactualismo del conductismo. A su vez, si bien resulta fundamental el aporte realizado por este enfoque respecto al análisis de la relación entre la política y las demandas de la sociedad civil ( en tanto electorado, es decir conjunto de votantes, pero también a través de grupos de presión como empresas, sindicatos y ONGs), tal vez se minimice la capacidad de los poderes públicos (el Estado o el gobierno según la tradición política de que se trate, esta aclaración porque la tradición anglosajona no emplea el termino estado y prefiere hablar de gobierno, en lo relativo a su faceta política , y de administración o servicio público en su faceta administrativa) para generar cursos de acción por sí mismos e impulsar de ese modo procesos de cambio que impactan en el orden social.
Vimos que el sistema político es una totalidad compuesta de elementos y relaciones entre ellos y con el ambiente. La determinación de las unidades componentes del sistema, así como de sus límites, constituye el principal motivo de discrepancia entre los autores al momento de elaborar un modelo.
El primer problema es el de su definición, el de sus limites. Ante él cabe adoptar diversas posiciones que varían entre dos polos extremos, uno restrictivo y otro extensivo.
La posición más restrictiva considera como elementos del sistema político únicamente las instituciones estatales y las autoridades que las integran, y como asuntos políticos solamente aquellos tratados mediante decisiones o acciones institucionales, de carácter directivo, normativo o administrativo.
El inconveniente teórico y práctico de esta posición es que restringe el ámbito de lo político , sus sujetos y problemas obstaculizando la percepción de dimensiones esenciales para la comprensión de los procesos políticos, tales como las relaciones de poder e influencia entre las autoridades y los grupos sociales, los procesos de socialización y creación de opinión, los efectos del cambio social sobre la vida política, o las propias causas y dimensiones del cambio político. Por ejemplo desde una visión así se puede entender el cambio de lo político emprendido por las autoridades solamente, mediante la vía de reforma, pero sin percibir el sentido global y las causas extrainstitucionales.
La concepción más extensiva identifica como político a todo el ámbito de la sociedad , pero , ante el riesgo de quedarse sin objeto debido a la ausencia de limites del mismo, inmediatamente matiza esta concepción el rasgo de lo político ,lo conflictivo o la coerción. Se vuelve así a reducir indebidamente el ámbito de lo político al poder coercitivo – el estatal- o a las situaciones conflictivas , perdiendo de vista el poder no coercitivo y las situaciones de cooperación y conciliación.
Entonces hay que ir más allá, y es correcto a los efectos de encontrar un justo medio que dimensione las unidades constitutivas de la sociedad. A tales efectos es loable considerar como tales: la sociedad, la elite política y el gobierno. El orden en que lo enuncio designa también una secuencia descendente de generalidad y abstracción.
El gobierno en concreto es la unidad mínima del sistema , constituido por aquel conjunto de personas , que en cada país asume la responsabilidad ejecutiva última con respecto a la dirección y control de la sociedad. Ejemplo: en un sistema democrático parlamentario , el gobierno corresponde al gobierno como órgano, mientras que en un sistema comunista corresponde al presídium del Soviet Supremo y al Buró Político del Comité Centra del Partido Comunista.
La sociedad es el agrupamiento social más amplio, de base territorial, sobre el que se ejerce el poder político. Desde el punto de vista de la construcción de un modelo , se puede considerar que está compuesta por elementos estructurales y culturales: los estructurales consisten en agrupamientos y grupos diferenciados por su mayor o menos grado de organización y acción colectiva (desde etnias , clases, o categorías de estratificación , grupos de presión). Sea cual sea su grado de organización constituyen, no obstante, el marco estructural básico de identificación, posicionamiento y acción de los individuos.
Los elementos culturales consisten en el elemento de valores , ideologías , creencias e intereses que motivan el comportamiento de los agrupamientos , grupos e individuos.
Ambos elementos, estructurales y culturales, constituyen las variables del modelo de sistema político en el nivel de la sociedad, a partir de las cuales se origina la acción política.
La elite política está constituida por un grupo reducido de individuos que se caracteriza por la posibilidad de acceso al gobierno y su función mediadora entre aquel y la sociedad, traduciendo las aspiraciones y deseos sociales en demandas y proyectos y ejecutando las decisiones de gobierno. Transformándolas en acciones políticas de dirección , ordenación e integración social.
la resolución del problema de los limites del sistema político podría depender de la concepción que se tenga de “elite política”. Lo mas productivo es tener una concepción amplia de la misma. Pero cabe estratificar sus diversos componentes, según el quantum de poder e influencia con que cuentan en esta actividad de mediación entre el gobierno y la sociedad.
La elite política se define por su acceso al gobierno, mediante su ocupación o su influencia o su control sobre el mismo. El acceso al gobierno es la resultante de el poder que cada grupo o individuo posee, que puede ser estrictamente político (caso de los partidos) o de otro tipo (grupos de interes y presión).
La elite política actúa en el marco de las diversas estructuras, que se pueden clasificar en: primarias , secundarias o terciarias según el mayor o menor grado de proximidad al gobierno.
§ Estructuras primarias: son las legislaturas, administraciones publicas y judicaturas. A través de ellas se efectúan las actividades de adopción y ejecución de decisiones de gobierno. Constituyen los elementos oficiales de dirección, ordenación e integración.
§ Estructuras secundarias: Movimientos y partidos políticos, grupos religiosos , étnicos, medios de comunicación , centros de investigación y estudios. En general son grupos formadores de opinión pública.
§ Estructuras terciarias: Se constituyen por diversos grupos de interes y presión , sindicatos , organizaciones y grupos empresariales , profesionales y culturales.
La estructura de la elite política varia según el tipo del sistema, según cada sistema concreto, y según cada fase y momento de desarrollo del mismo. Por ejemplo no es igual la composición de una elite en un sistema democrático que un uno autocrático o autoritario, en un sistema personalista que en uno transpersonalista.
Los cambios en la composición de la elite , si se producen sin un cambio de tipo de sistema , pueden significar un mero relevo de las autoridades gubernamentales, o bien cambios significativos con respecto al funcionamiento y evolución del sistema político.
Además de la elite , se debe tener presente la posible existencia de una contra elite, sin acceso al gobierno, que forme parte del sistema político sin estar integrada en él, y que podría canalizar el descontento y la violencia dirigiéndolos hacia un cambio de sistema.
El gobierno es la unidad estratégica del sistema político. Según el tipo de sistema , el gobierno se relaciona de diversos modos con la sociedad y la elite política , y lo hace en función de sus valores u objetivos centrales. Para un país comunista el objetivo central es la revolución social, la realización de una transformación radical igualitaria de la sociedad a la que subordinan todos los demás objetivos.
Para los sistemas autoritarios conservadores, por ejemplo , el objetivo central es la salvación nacional , el mantenimiento de la unidad y el orden de la sociedad, impidiendo su destrucción o transformación.
Para los sistemas democráticos, el objetivo central es la realización de la voluntad popular, sin definir cual sea esta. Asumiendo como objetivo , únicamente el mantenimiento de la apertura del sistema a la que resulte ser la voluntad mayoritaria del pueblo en cada momento.
Por otra parte , en el contexto del tipo de autoridad existente que , como veremos , puede ser jerárquica o participativa,, se configuran diversas estructuras de relación entre el gobierno y la elite política:
En primer lugar la estructura de adopción de decisiones puede encontrarse más o menos centralizada o descentralizada, personalizada o institucionalizada.
En segundo lugar la estructura de influencia y control estratifica a la elite política en diversos grupos, según sus grados de influencia y control sobre el gobierno.
Estas son , por consiguiente, las unidades del sistema político. Las relaciones entre ellas y con el ambiente pueden analizarse a través del modelo que desarrollo a continuación:
Estudios sobre el desarrollo político: la teoría de la modernización: También influenciada por el enfoque estructural funcionalista. Los estudios sobre el desarrollo político tuvieron su origen en la década del 60 y se proponían analizar los factores que afectaban al desarrollo político de una sociedad. La teoría de la modernización partía de la premisa que el desarrollo económico generaría una suerte de cambios en el orden social debido a procesos tales como la urbanización, la industrialización y el desarrollo de medios masivos de comunicación que transformarían los sistemas políticos volviéndolos necesariamente más pluralistas. Esta teoría sostuvo que a medida que las sociedades se modernizan económica y socialmente, se hace inevitable la emergencia de la democracia.
Lipset fue un claro referente de este paradigma al presentar “El Hombre Político: las bases sociales de la política” que demostraba que el promedio de riqueza, el grado de industrialización y urbanización y el nivel de la educación era mucho más elevado en los países más democráticos. Desarrollo una teoría que buscaba explicar las causas sociales de la estabilidad de los sistemas políticos, la estabilidad de una democracia no depende únicamente de su eficacia (desarrollo económico), sino también de su legitimidad. El primer aspecto tiene un carácter instrumental en tanto se refiere al grado en que el sistema satisface las funciones básicas de gobierno, en tanto que la segunda presenta un carácter valorativo porque se refiere a la capacidad del sistema para que las instituciones políticas existentes sean consideradas apropiadas. Sobre la base de estas variantes señalo que un sistema altamente eficaz pero ilegitimo es mas inestable que regímenes que son relativamente bajos en eficacias y altos en legitimidad, pero a su vez una eficacia prolongada durante varias generaciones puede proporcionar la legitimidad de un sistema político”. Esta posición fue desafiada por Hunington y por Guillermo O ` Donnell en Modernización y Autoritarismo. El primero sostuvo que la modernización socioeconómica no siempre desembocaba en un mayor desarrollo político en tanto el desarrollo económico puede llevar a un aumento de la participación política debido a cambios en las actitudes, valores y expectativas de las personas y a la insatisfacción de las mismas. De este modo , si el sistema político no tiene la capacidad de procesar las demandas y conflictos que son producto de la propia modernización, esto puede conllevar a una inestabilidad política. Entonces son las instituciones del sistema político las que median entre el desarrollo económico y el desarrollo político, diluyendo el paradigma presentado por la teoría de la modernización entonces aparece el desarrollo económico y la estabilidad política como dos objetivos independientes y el progreso hacia uno no tiene conexión necesariamente hacia el otro (El orden político en las sociedades en cambio).
O ‘Donnell, centrándose en el tipo de régimen político y no sólo en la estabilidad del mismo como lo hace el anterior autor, critico la ecuación optimista de la teoría de la modernización , observo que esa relación deterministica entre desarrollo económico y democracia no se cumple siempre. En tal sentido America Latina ofreció contraejemplos contundentes a esta relación, durante los años 70 varios países con un alto desarrollo económico desembocaron en regímenes autoritarios y no en democracias consolidadas (estudia los casos de argentina y Brasil, puntualmente los gobiernos de Perón y Vargas basados en modelos de industrialización para substituir las importaciones. Para el autor es la propia estructura de este modelo la que genera un marco propicio para que se forme una alianza entre tecnócratas y oficiales militares que lleva a la caída de la democracia, en tanto no se encuentra una salida al modelo de sustitución de importaciones más que reprimiendo las demandas de los sectores populares acostumbrados a altos niveles de consumo y con una estructura organizativa altamente desarrollada). Las fuertes criticas a esta concepción como una antesala al autoritarismo, hicieron que esta pierda atractivo para fines de los 70.
Almond y Verba: las teorias culturalistas: La teoría de los sistemas políticos fue importante sobre todo para el desarrollo de la política comparada orientada al estudio del desempeño de las instituciones. Pero las teorias culturalistas pondrán en evidencia la importancia del elemento cultural para entender la diferencia entre los sistemas. Almond y Verba en su obra La Cultura Cívica desarrollan un concepto de la misma bajo influjo de la psicología social (cuyo objeto principal son las actitudes políticas), la psicoantropologia y los análisis sociológicos de Weber y Parsons.
Estas orientaciones pueden ser de tres tipos:
§ Orientaciones Cognitivas: conocimientos y creencias sobre el sistema político.
§ Orientaciones afectivas: sentimientos de apogeo, compromisos y rechazos respecto al sistema político.
§ Orientaciones valorativas: opiniones y criterios de evaluación sobre el sistema político.
Esto tiene una gran influencia de Parsons, en particular por las tres formas que involucra toda la orientación hacia la acción social: modo cognitivo, modo afectivo y modo evaluativo.
Uno de los principales aportes del estudio fue la identificación de tres tipos genéricos de cultura política: parroquial, de súbdito y participante y tres tipos mixtos genéricos de cultura política parroquial súbdita, cultura súbdita – participante, cultura parroquial participante. Nuevamente se ve la influencia de Parsons, por un lado la cultura racional caracterizada por la especificidad, el universalismo, la motivación por el logro de objetivos y la neutralidad afectiva. Por el otro la cultura tradicional basada en la dispersión, el particularismo, la adscripción y la emotividad.
El surgimiento de los estudios sobre cultura política estuvo directamente asociado con la preocupación por las causas que habían provocado que en países como Alemania e italia no se mantengan los regímenes democráticos. En este sentido, una de las grandes preguntas orientadora de estos estudios era cómo desarrollar el modelo democrático en las naciones que venían de atravesar procesos autoritarios. Lo que observan es que a diferencia de lo que se había creído a finales del siglo XIX, y principios del XX, no bastaba transpolar instituciones. Esto dependerá de la cultura cívica, es decir con un tipo especifico de cultura política. Esta cultura cívica es de participación sustentada en los presupuestos del liberalismo político. Aunque pervivan rasgos parroquiales o de súbditos (para los autores toda cultura política es mixta), se define por ser una cultura leal de participación donde hay congruencia entre la estructura política y las estructuras políticas.
Se le da un fuerte poder explicativo a la dimension subjetiva de la politica , entonces la cultura se transforma en la principal variable explicativa de las estructuras y procesos politicos. En cuanto a la formacion de dicja cultura señalan que tiene mucha más relevancia la socializacion politica de los adultos que la de los niños (a través de la inculcacion de valores por el sistema de educacion formal) en la conformacion de una cultura politica. Tambien se refirieron a que cuanto mas posibilidad hay de organizaciones en la sociedad mayor posibilidades de participacion existen.
Se tilda a la teoria como demasiado localista , porque fue hecha en EEUU, pero la importancia reside en resaltar las pautas culturales del comportamiento politico.
Lipset y Rokkan: teorías sobre los orígenes de los partidos politicos: En el libro Party Systems and Voter Alignments, identificaron cuatro grandes clivajes sociales sobre los cuales se estructuraron los sistemas de partidos europeos, partiendo del esquema parsoniano de clasificacion de las funciones de sistema social (adaptación , integración, logro de objetivos y mantenimiento del modelo) y de los intercambios entre las mismas. Estos cuatro clivajes fueron ordenados en funcion de dos dimensiones que surgen del esquema de los intercambios mencionados: la dimension territorial(en un extremo se encuentran los conflictos emanados de las luchas de la perisferia contra los intentos centralizadores del estado-nación y en el otro extremo los conflictos politicos emanados de las luchas entre las elites politicas por tener control y definir los objetivos del sistema) y la dimensión funcional (en un extremo se encuentran los conflictos por la redistribucion de recursos y en el otro extremo los conflictos surgidos a raíz de concepciones morales e ideologicas). Los autores incorporan a este esquema parsoniano modificado un elemento histórico en su analisis que tiene una particular relevancia para el estudio del sistema de los partidos: que no son algo de novo que se le presentan al ciudadano en cada elección. Cada uno tiene una historia y tambien la tiene el conjunto de alternativas que se le presentan al electorado. Los califican como “hechos dados” .
Las cuatro grandes fracturas em el desarrollo politico europeo fueron: la fractura entre el centro y la perisferia, la fractura entre el estado y la iglesia , la fractura entre intereses urbanos y rurales y la fractura entre trabajadores y capitalistas.
La fractura entre el centro y la perisferia y la del estado y la iglesia surge en el marco de los procesos de formacion de los estados nacionales.
La del centro y la perisferia surgio de la oposicion de la cultura dominante de las elites politicas de los nuevos partidos nacionales y los grupos perisfericos con caracteristicas étnicas , linguistas y religiosas propias.
La del Estado y la iglesia como producto de los esfuerzos de estandarización de los Estados nacionales y del mantenimiento de los privilegios por parte de la Iglesia. Las otras dos fracturas surgieron en el marco del proceso de revolucion industrial en el siglo XIX. La primera de ellas hace referencia a la oposición entre intereses urbanos comerciales e industriales y los intereses agrarios terratenientes. La segunda fractura de la revolución industrial marcó la oposicion entre trabajadores industrialesy los intereses agrarios de terratenientes. La segunda fractura de la revolución industrial marcó la oposición entre los intereses urbanos entre los trabajadores industriales y los capitalistas propietarios de los medios de produccion.
Estas cuatro fracturas socio politicas , determinaron el surgimiento de los partidos politicos europeos: de la primera ruptura entre centro y periferia surgieron los partidos étnicos, linguisticos y de protesta religiosa , de la fractura entre estado e Iglesia los partidos liberales y religiosos , de la fractura entre la ciudad y el campo surgen los partidos de defensa agraria y de la fractura entre trabajadores y propietarios surgieron los partidos de trabajadores y movimientos obreros que luego se dividieron en comunistas y socialistas. Esto evidencia que para los autores la historia , la cultura y las tradiciones politicas no son un telon de fondo.
Teorias con influencia de la eleccion racional: puede ser considerada una nueva fase del conductismo por su “ahistoricismo” , su preocupación por el conocimiento empirico y sus supuestos inspirados en el individualismo metodologico de la teoria economista utilitarista, el enfoque de la Teoria de la eleccion racional (rational choice) incorpora una nueva perspectiva al conocimiento politico, opta por un metodo deductivo formal antes que por el inductivismo. Es un enfoque de economia politica comparada buscando desarrollar modelos formales para el conocimiento de lo politico inspirados en la microeconomia. Se basa en que los individuos son actores racionales , es decir , eligen los medios que son consistentes a los fines que persiguen. El tipo de racionalidad que adoptó la teoria de la elección racional es de tipo instrumental. Este tipo de racionalidad tiene su origen en el utilitarismo , corriente filosofica desarrollada por Jeremy Bentham y James Mill en Gran Bretaña cuyo supuesto es la mayor felicidad del mayor numero , entonces los individuos eligen olos cursos de accion que maximizan sus preferencias. El supuesto de una racionalidad instrumentan supone por lo menos la existencia de dos condiciones: que las preferencias en base a las que se toman las decisiones son estables y que existe un nivel optimo de informacion en base a la que es posible tomar la decision que realmente máximice la utilidad del individuo.
Se ha criticado que presupone la racionalidad instrumental de los actores y no especifica como se forman las preferencias de los individuos. Además si todo comportambiento esta basado en las preferencias y las mismas son independientes del ambiente en el que el agente está inmerso, no existe posible prediccion del comportamiento y haga lo que haga se imputara a que es consecuencia de sus preferencias individuales explicadas por funciones de utilidad. Esta teoria tiene algunas limitaciones para abordar la complejidad de los procesos politicos y comprender el impacto de las tradiciones culturales en el desempeño de las practicas e instituciones. Pero cabe reconocerle que ha recuperado en las ciencias sociales el rol del individuo como hacedor de los procesos politicos y que abandonarla completamente podria llevar a “una historia sin sujetos”. Es decir que el peso de los procesos socio-policos , recaerian en reduccionismos estructuralistas o sistémicos para los que los individuos no llegan a constituirse como actores ,resultando ser considerados meros agentes o correas de transmision de una lógica socio-politica que se despliega a sus espaldas. Tambien hay que resaltar que su aplicación en el caso de escenarios poltiicos como sucede con las interacciones entre elites politicas, posee una capacidad explicativa: un ejemplo es que da explicacion a interaccion entre coaliciones de gobierno en parlamentos , sostienen que las bancadas en el parlamento buscan la mayor coincidencia posible entre las politicas que se implementan en el gabinete y sus preferencias ideologicas.
Sin dejar de reconocer los problemas de esta teoria , resultan fructiferos los enfoques eclecticos que combinan elementos tanto del individualismo metodologico como del holismo de forma de reconocer que las conductas humanas están determinadas no sólo por una racionalidad individual sino tambien por normas sociales que fueron internalizadas a través de un proceso de socialización.
En los 70 comienza la producción más importante de este enfoque, pero hay un claro antecedente que lo encontramos en la teoria de la democracia de Joseph Schumpeter desarrollada en su libro Capitalismo , Socialismo y Democracia. Orientado a defender lo que Dahl posteriormente llamaria “democracias verdaderamente existentes”, Schumpter es un pensador austriaco que se refugio en los EEUU huyendo del nazismo, critico a la teoria normativa de la democracia y se propuso estudiar como funcionaba verdaderamente este regimen politico tomando como punto de partida la experiencia anglosajona. Para ello introdujo la analogia entre el mercado economico y el mercado politico; los votantes eligen partidos y candidatos de un modo similar al que utilizan para consumir productos de mercado, se basan entonces en imágenes , percepciones y gustos. Las ideologias son operativas para facilitar la opcion que los electores no pueden conocer por falta de informacion y de interes ( es necesario invertir tiempo y dinero en informarse) de cómo funciona el sistema politico. Schumpeter es un defensor de una vision realista y elitista de la democracia los votantes seleccionan lideres de entre la oferta existente y son estos quienes llevan a cabo la politica.
Entonces los autores de los 50 y 60 tomaron este concepto de mercado politico , pero introdujeron un factor no tan claramente presente en su obra: la racionalidad del votante , elector o actor politico en un sentido amplio, por ejmplo “Downs en su Teoria Económica de la Democracia”, intenta responder al interrogante ¿Por qué los ciudadanos estadounidenses están cada vez menos interesados en votar? (fenomeno de apatía civica). Explicó que desde el punto de vista de la racionalidad individual es lógico que la gente no vote (si el voto es voluntario) puesto que el sufragio individual poco influye al final del proceso comicial, por lo que resulta más costoso votar y la conviccion de que el voto ese sea decisivo para la victoria del candidato preferido (por eso hay un improbable beneficio). Siguiendo al anterior autor , Downs afirmó que en la democracia los partidos son maquinarias electorales cuya unica finalidad es obtener votos y que para ello deben persuadir (directamente o mediante los medios formadores de opinión)acerca del valor de sus propuestas, simplificando la complejidad de los procesos politicos.
Tomando como supuesto que la economia y la politica son parte de una misma teoria del equilibrio general, interpretó que las democracias estables son aquellas cuyos partidos se alinean en un continuum izquierda-derecha (para que sea más fácil identificar las opciones politicas) y donde la curva de distribución de los votantes tiene la forma aproximada a una curva normal. Esto significa que la mayor parte de los electores se ubica en el centro politico, y por ende , a los partidos les conviene orientarse hacia allí, sobre todo para atraer a los votantes menos fieles o indecisos , que normalmente definen la eleccion. Por eso los sistemas bipartidistas son los más estables.
Olson: “Teoria de la acción colectiva”: este autor se ocupo de un tema muy afin a los principios de la ciencia politica estadounidense, y aplicó el razonamiento utilitarista para explicar por qué los individuos deciden participar de las acciones colectivas ¿Por qué un trabajador se sumaría a una huelga corriendo el riesgo de perder su empleo o de recibir una sanción por parte de sus empleadores, si en caso de obtener una respuesta favorable al reclamo , igualmente seria beneficiado aunque no participara? Si la tendencia natural de los individuos fuera free-riding (apropiarse de los bienes públicos y colectivos sin pagar los costos para lograrlos) ¿Cómo se puede incentivar para participar? Para ello existen los “incentivos selectivos” (negativos o positivos) que reciben quienes participan de la acción para obtener un bien colectivo. De tal manera , los líderes grupales utilizan desde beneficios materiales y hasta coerciones o amenazas para fomentar la participacion politica.
Si bien se parece a la teoría de Downs en cuanto al análisis de la utilidad esperada por los individuos al elegir un determinado curso de la acción, se diferencian en cuanto al rol que tienen las interacciones con otros individuos. En el caso de Downs no resulta relevante lo que hacen otras personas, pero para Olson resulta fundamental la interacción para explicar los cursos de la acción elegidos por los individuos.
Se le achaco que es reduccionista en cuanto a interpretar la participación del individuo en una acción colectiva en función de los perjuicios o beneficios inmediatos que puede obtener.
El estudio de las instituciones políticas: Constituye un campo central del desarrollo de la Ciencia Politica moderna a fines del siglo XIX, estuvieron íntimamente ligados con el derecho constitucional, entonces se hacían profundos estudios de las mismas porque reflejaban la organización política o mejor dicho la organización política se daba en ejercicio de un poder constituyente que en el plano formal se hallaba sito en la constitución. A mediados del siglo XX, la influencia del conductismo y de las teorias marcadas por el estructural-funcionalismo hizo que el interés por el estudio de las instituciones políticas formales dejara paso al interes por las variables sociales, económicas y culturales para explicar los procesos políticos. Este predominio no origino que se abandonara por completo el estudio de las instituciones políticas por completo. Ejemplo de ello son el libro de Duverger sobre partidos políticos y de Dahl sobre la democracia.
Teorias de los partidos políticos y de los sistemas de partidos: Duverger realiza una clasificación de los partidos políticos modernos sobre la base de diversos criterios:
a)Tipo de origen de los partidos:
-De origen interno: surgen a partir de grupos parlamentarios.
-De origen externo: porque surgen de la sociedad.
b)El tipo de participación política la clasifica en:
-Partidos de cuadro.
-Partidos de masa.
c)El tipo de estructura organizativa:
-Partidos de estructura directa (basados en la adhesión individual y directa que implica el pago de la inscripción y la participación).
-Partidos de estructura indirecta (a través de asociaciones como sindicatos, cooperativas, etc).
d)El tipo de estructura de base distingue entre:
-Partidos basados en comités (agrupa los adherentes en base a la circunscripción electoral)
-En las secciones (agrupa los adherentes en un mismo territorio).
-En las células (agrupa los adherentes en el mismo lugar de trabajo)
-En milicias (organización de carácter militar).
Este estudio permitió avanzar en el estudio de los sistemas multipartidistas en los que coexisten e interactúan varios partidos (más de dos) a partir de una clasificación de la fuerza de los partidos en base a su potencial rol gubernativo. Distinguió entre los partidos de vocación mayoritaria (que pueden aspirar a obtener la mayoría de los escaños en el parlamento) , partidos grandes que pueden alcanzar la mayorías del gobierno con algún apoyo externo, partidos medios (que acompañan a los grandes) y los menores que tienen un rol insignificante.
Sartori: En su libro “Partidos y sistemas de partidos” avanza en el estudio de los sistemas multipartidistas e introduce el elemento de la “distancia ideológica que separa a estos partidos en competencia. Utilizó dos variables para constituir una tipología de partidos políticos:
-Criterio numérico tradicional que permite establecer el grado de fragmentación existente y en tal sentido define tres criterios para contar: i)la fuerza electoral del partido parlamentario que se cuenta por el porcentaje de escaños en la cámara baja , ii)el potencial de gobierno de un partido lo cual hace que se tenga en cuanta a un partido pequeño si se lo utiliza para formar mayorías de coalición, iii) la posibilidad de chantaje de un partido que se encuentra vinculada a la capacidad de alterar la dirección de la competencia de los partidos de gobierno. En función de estos se establecen siete clases de sistemas de partido: partido único, partido hegemónico, partido predominante, bipartidista, pluralismo limitado (3 a 5 partidos) pluralismo (6 a 8 partidos) y atomizado.
-Distancia ideológica: El problema que presenta el criterio anterior, es que la fragmentación puede reflejar una situación de segmentación de la sociedad o una situación de polarización (distancia ideológica). Entonces, la distancia ideológica existente entre los partidos permite distinguir entre los sistemas multipartidistas en los que hay fragmentación sin polarización (pluralismo ideológicamente moderado) y los sistemas multipartidistas en los que hay fragmentación y polarización (es decir pluralismo ideológicamente polarizado).
En función de esto estableció siete tipos de sistemas de partido:
-Partido único: monopolio total de un solo partido.
-Partido Hegemónico: caracterizado por la hegemonía, en la que un partido tiene monopolio y los otros son subordinados.
-Partido predominante: un solo partido gobierna sin alternancia.
-Bipartidista: En el que dos partidos compiten por una mayoría absoluta y hay alternancia.
-Pluralismo Moderado: caracterizado por una fragmentación baja y/o segmentación despolarizada.
-Pluralismo polarizado: caracterizado por una polarización con alta fragmentación.
Teorias de la democracia: Dahl se refirió a “la descripción de las democracias verdaderamente existentes”. Inicialmente se lo asocio con el conductismo, pero fue desplazándose hacia un mayor énfasis a las instituciones políticas, conducido a ello por el objeto de su estudio: la democracia. El aporte no es solo normativo, porque sentó las bases para el estudio de numerosos estudios empíricos sobre los regímenes democráticos en: La Poliarquía. Participación y Oposición. Buscó desarrollar una teoría de la democracia que se focalizara no en las características del ideal democrático (ateniense de democracia directa),sino en las características de los regímenes democráticos actualmente existentes que comenzaron a funcionar con unidades políticas mucho mas extensas que las ciudades-estado: los estados nación.
Denominó la democracia en gran escala como “poliarquía”, la cual es un régimen político que se distingue, en el plano más general, por dos amplias características: la ciudadanía es extendida a una proporción comparativamente alta de adultos, y entre los derechos de la ciudadanía se incluye el de oponerse a los altos funcionarios de gobierno y hacerlos abandonar sus cargos mediante el voto. Dahl resalta los liderazgos pero ve que están entrelazados con los representados los líderes, sin poder por los efectos del voto, desentenderse de ellos, si es que pretenden renovar sus mandatos, claro está.
Dahl definió un conjunto de instituciones que caracterizan a la democracia en gran escala:
-Funcionarios electos que tienen el control de las decisiones en materia de políticas públicas.
-Elecciones libres e imparciales que se llevan a cabo con regularidad.
-Sufragio inclusivo según el cual prácticamente todos los adultos tienen derecho a votar.
-Todos los adultos tienen derecho a ocupar cargos públicos de gobierno.
-Libertad de expresión.
-Existencia de fuentes de información protegidas por la ley.
-Existencia de autonomía asociativa que valide el derecho a constituir asociaciones relativamente independientes como partidos políticos o los grupos de interes.
-Existencia de un pluralismo social y organizativo que garantice la existencia de grupos y organizaciones sociales relativamente autónomas entre sí y con respecto al gobierno.
-Ampliación de los derechos individuales.
Lijphart: “tipología de las democracias realmente existentes”: en su trabajo “Las Democracias Contemporáneas”, señala que no existe un modelo univoco de democracia, y al hacerlo, develó el etnocentrismo de algunos estudios realizados en apogeo de la democracia norteamericana. El autor señaló que es un error asociar la democracia al gobierno de la mayoría, porque terminaría siendo una dictadura de la mayoría, esto por influencias de Rosseau cuando mencionaba a la voluntad general que compele a las minorías. Entonces esto conlleva a la contienda civil porque las minorías no se encuentran representadas. El autor afirmó que existen al menos dos modelos de democracia (mayoritaria y por consenso) donde la regla de la mayoría se realiza de manera diferente: “Hay dos situaciones en las que la democracia y norma impuesta por la norma no son completamente incompatibles. Primero, la exclusión de la minoría se ve mitigada si las mayorías y las minorías se alternan en el gobierno, esto es , si la minoría de hoy puede convertirse en la mayoría de mañana en lugar de estar condicionada permanentemente a la oposición. Así funcionan los sistemas bipartidistas británico y neozelandés. La segunda condición es que sean sociedades homogéneas y que sus mayores partidos no hayan estado habitualmente muy distanciados en sus perspectivas políticas porque han tendido a permanecer próximos al centro político. En las sociedades no homogéneas, ninguna de las dos condiciones funciona. Especialmente en las sociedades plurales-aquellas que por motivos religiosos, ideológicos, lingüísticos, culturales, étnicos y raciales están profundamente divididas en subsociedades virtualmente separadas – se carece de la flexibilidad necesaria a una democracia mayoritaria. Lo que necesitan estas sociedades es un régimen democrático que acentúe el consenso que incluye más que aquél excluyente y que intente optimizar la amplitud de la mayoría gobernante”.
Teorias de la democratización: Los estudios de esto tuvieron su origen en las transiciones que a mediados de los setenta y se consolidaron en los ochenta y noventa a medida que fue avanzando la tercera ola de la democratización de otras regiones del mundo como América Latina, Asia y los ex países comunistas. A diferencia de las teorias del desarrollo político que sostenían que la instauración de los regímenes democráticos y su estabilidad dependían de las condiciones de modernización socioeconómica existentes, estos nuevos enfoques recuperan el rol de los actores en los procesos de transición.
Así las interacciones entre las elites (autoritarias y democráticas). Autores como O Donnell sostienen que las transiciones hacia la democracia tienen su origen en las divisiones internas que existen en los gobiernos autoritarios con la oposición democrática. De este modo las negociaciones por parte de algunos sectores de los gobiernos autoritarios con la oposición democrática, así como los procesos de resurrección de la sociedad resultaban fundamentales para entender los procesos que dieron fin a los gobiernos autoritarios a mediados de los setenta. Se produjeron algunos estudios, posteriores que señalaron que los regímenes personalistas y de partido único tienden a ser menos vulnerables a las fracturas internas que los regímenes militares y por ende su finalización no se caracteriza por la negociación sino por la violencia de quienes intentan deponerlo.
Aclaro que “la tercera ola” es un término acuñado por Huntingtong para referirse al proceso de transiciones democráticas que se extendió en diversas regiones del mundo desde 1974 a 1990. La primera ola es el periodo de transiciones democráticas que van desde la revolución norteamericana a la francesa y se extiende luego de la Primera Guerra Mundial (1828-1926 se toma como abarcativo de esta). La segunda ola desde comienzos de la segunda guerra mundial hasta los años sesenta (1943-1962).
El redescubrimiento de las instituciones: el neoinstitucionalismo y sus potencialidades teóricas y metodológicas para el desarrollo de la disciplina: Sin negar la importancia del contexto social de la política y los motivos de los actores individuales, el nuevo institucionalismo insiste en un papel más autónomo para las instituciones políticas. El argumento de que las instituciones pueden ser tratadas como actores políticos es una reivindicación de coherencia y autonomía institucional, es necesario para entender a las instituciones como tomadoras de decisiones. También para entender que son más que simples reflejos de las fuerzas sociales. Observaciones empíricas parecen indicar que los procesos internos a las instituciones políticas, aunque posiblemente desencadenados por eventos externos, afectan el flujo de la historia.
A fines de la década del 80 resurge la preocupación por el rol de las instituciones por algunas limitaciones del enfoque de los comportamientos individuales de los actores, también por los cambios producidos en el ámbito internacional. No se vuelve a los cánones del viejo institucionalismo, sino que las instituciones empezaron a ser vistas como prácticas sociales. El formalismo jurídico dio paso a una perspectiva donde las reglas formales e informales se transformaron en los marcos de la acción de los actores políticos, y, a su vez, eran vistas como una instancia creadora y no meramente reproductora de las iniciativas generadas fuera de ellas.
Las instituciones en un sentido amplio son las normas y costumbres imperantes en una sociedad, conocidas por todos los que participan en ésta. Al mismo tiempo son redes que sirven para enlazar y encausar institucionalmente las relaciones de intercambio económico, social y político entre las partes del sistema. Podemos clasificar las instituciones en formales y e informales. Las formales son las que han pasado por un proceso de codificación y en general constan por escrito (constitución y leyes por ejemplo). Las informales son las que no han pasado por ese proceso, no obstante que puedan llegar a tener importancia, e incluyen valores y pautas de conducta generalizadas. Son reglas de juego , en otras palabras, son entidades abstractas cuyo propósito consiste en permitir o coadyuvar a la interacción social. De hecho modelan y determinan el sentido que toma la interacción humana. Esto es así porque las instituciones operan incentivando y desincentivando determinadas conductas, condicionando el comportamiento de los actores sociales. Entonces es importante destacar que las instituciones en tanto reglas determinan las probabilidades de que se realicen los diversos intereses de los distintos actores, por eso nunca son neutrales, porque quien formula o cambia las reglas, define que sea mas probable que se realicen los intereses de determinados actores y menos los de otros. Un ejemplo: si un sindicato (actor) quiere aumentar los salarios de sus afiliados, su probabilidad de éxito será mayor bajo un régimen democrático (institución) y menor si se encuentra bajo un régimen autoritario de tinte neoliberal o corporativo (institución). Por el contrario las reglas de juego de la democracia permiten este tipo de acciones. De este modo, la posibilidad de un actor (sindicato en este caso) para que realice sus intereses varía de acuerdo al tipo de institución.
Estas importan en su eficacia, esto quiere decir que no todas las reglas afectan el comportamiento y por ende no todas tienen el mismo grado de importancia para explicar el funcionamiento político de una sociedad. Desde la óptica neoinstitucionalista, lo que hace diferente a las sociedades, a las economías y los estados no es su territorio sino la calidad de sus instituciones.
El resurgimiento del interes por las instituciones afecto los diferentes enfoques predominantes para el estudio de lo político. Pero lo que sucedió es los estudios al respecto no siempre fueron relevantes a efectos de estudiar las interacciones políticas porque se puso énfasis en las instituciones políticas cooperativas y no en las asociadas al poder como autoridad. Este poder como autoridad implica ultima ratio el aspecto coercitivo de las instituciones políticas (fundamentalmente el Estado en su definición Weberiana), sino también en su faceta de creadoras o generadoras de oportunidades para la acción. Si bien son integradas por individuos su accionar excede las voluntades individuales que las conforman.
La pregunta que se hizo el neoinstitucionalismo fue ¿Cómo las instituciones afectan el comportamiento de los individuos? Como respuesta tenemos dos enfoques el del “calculo racional” y el “cultural”. El enfoque racional sostiene que las preferencias de los individuos se encuentran definidas de forma exógena a las instituciones y que su comportamiento se basa en un cálculo estratégico que busca maximizar sus preferencias. Es decir, las instituciones sólo proveen información e incentivos a los individuos en base a los cuales toman decisiones sobre un cálculo estratégico. El enfoque cultural sostiene que las preferencias de los individuos son afectadas por las instituciones. Es decir que estas no sólo proveen información sino que afectan las identidades y preferencias de los individuos, estos dos enfoques se plasmaron en dos tipos diferentes de institucionalismo: el racional y el histórico.
Para el neoinstitucionalismo racional las instituciones son un mecanismo de coordinación que permite alcanzar un determinado equilibrio, para el neoinstitucionalismo histórico las instituciones son herencias de un proceso histórico.
Vistas como punto de equilibrio parten del supuesto de que los individuos adhieren a los patrones de comportamiento establecidos por determinadas configuraciones institucionales que les reportan beneficios. En dicha situación los actores no tienen beneficios como para desviarse de ese punto de equilibrio alcanzado. Vistas como producto o herencia de un producto histórico implican la existencia de coyunturas críticas particulares (luchas políticas) a partir de las cuales emergen determinadas configuraciones institucionales y la idea de que estas configuraciones particulares (a menudo heredadas del pasado) influyen fuertemente sobre los efectos de cualquier tipo de intervención. Esta influencia de las configuraciones institucionales heredadas remite a la noción de dependencia del pasado (path dependency) que implica mecanismos de reproducción que permiten la continuidad de una determinada institución.
Neoinstitucionalismo racional. | Neoinstitucionalismo histórico. | |
¿Cómo afectan las instituciones el comportamiento de los individuos? | Proveen información sobre el comportamiento de los otros individuos y generan incentivos que influyen en el cálculo de utilidad de los actores. | Afectan las identidades y preferencias de los individuos. |
¿Cómo son definidas las instituciones? | Son un mecanismo de coordinación que permiten alcanzar un determinado equilibrio. | Son herencias de un pasado histórico que surge de determinadas coyunturas criticas. |
La importancia de la complementariedad entre la teoría de la elección racional ha sido destacada por Elinor Ostrom , para quien las instituciones importan en cuanto limitan el comportamiento maximizador individual a través de su impacto sobre los incentivos que enfrentan los individuos, en particular surgen de las reglas de uso. Tanto las reglas como el cálculo racional afectan el comportamiento humano. Desde esta perspectiva, Orstrom analiza el problema de la administración de recursos de uso común (por ejemplo los sistemas de riego cuyo uso no es excluyente, y también genera menos recursos para otros) a fin de evitar su sobreexplotación y agotamiento. En su libro Governing the Commons: the evolution of institutions for collective action (1990) la autora plantea que las instituciones de toma de decisiones tienen particular importancia en tanto moldean la visión de los individuos sobre cuáles son sus intereses y afirma que las organizaciones voluntarias basadas en la cooperación son una adecuada alternativa a la regulación estatal o el mercado para enfrentar los problemas de acción colectiva que surgen en la provisión de los recursos de uso común.
George Tsebelis en Nasted Games, Rational Choice in Comparative Politics (1990) es un claro ejemplo de neoinstitucionalismo racional. Su racionalismo se expresa en la hipótesis de la cual parte su trabajo: si la elección realizada por un determinado actor parece ser subóptima a los ojos de un observador, esto se debe no a que el actor sea irracional sino a que el observador no está mirando todas las interacciones (o juegos) en los cuales se encuentra involucrado ese actor (el observador tiene información incompleta). Estas relaciones son llamadas por el autor “juegos anidados”. Lo que desde la vista del observador parece subóptima, es óptimo en realidad cuando se toman en consideración toda la red de juegos. Para él la teoría de la elección racional es , si bien no , la única forma de explicar los comportamientos, el enfoque para explicar las situaciones en que la identidad y los objetivos de los autores están establecidos y en las que las reglas de interacción son precisas y conocidas. El autor , desde este enfoque, considera a las instituciones como las reglas del juego que determinan el comportamiento de los actores en tanto se asume que las acciones individuales suponen una adaptación óptima de aquéllas. Esta adaptación óptima se debe a la existencia de puntos de equilibrio del comportamiento de los individuos en los cuales no tienen incentivos para desviarse. El análisis de los puntos de equilibrio es una herramienta fundamental para el autor, porque la no existencia de equilibrios en un determinado juego lleva a descubrir la existencia de juegos anidados en los cuales están involucrados los actores y en los que sí hay un punto de equilibrio, y , por ende su comportamiento resulta ser óptimo.
Respecto del neoinstitucionalismo histórico, un ejemplo actual es el trabajo de Ruth Collier y David Collier “Shaping the Political Arena” (1991). Los autores analizan los casos de una serie de países latinoamericanos: Chile, Brasil , Uruguay , Colombia, Argentina , Perú, Venezuela y México sobre los procesos de incorporación de la masa de trabajadores al sistema político y establecen una relación entre los distintos patrones de incorporación (incorporación a través de Estado, incorporación a través de los partidos políticos tradicionales, incorporación a través de los movimientos políticos con fuertes vínculos con las organizaciones de trabajadores e incorporación a través de sectores urbanos y rurales) y las características de los regímenes políticos y sus partidos. Para estos autores, las distintas formas de incorporación de los trabajadores al sistema político en cada uno de estos países fueron la coyuntura critica que definió una configuración particular del sistema de partidos de cada lugar. En este sentido es posible explicar las configuraciones actuales como reproducción de estas configuraciones que emergieron en el momento histórico en que los trabajadores fueron incorporados a la política.
Si bien inscripto claramente en la corriente del neoinstitucionalismo de la elección racional, el texto de ¿Cómo votamos? De Josep Colomer, también formula una detallada presentación histórica de las coyunturas que dieron lugar al cambio institucional. El modelo deductivo y estratégico construido por Colomer para entender las transformaciones en los sistemas electorales se complementa con una perspectiva histórica que se remonta al mundo antiguo. El autor contrasta diferentes hipótesis extraídas del modelo construido concluyendo que las características del sistema partidario influyen en el tipo de sistema electoral a escoger.
El método comparado y el enfoque institucional parece el mas correcto para analizar los diversos fenómenos políticos. Sin rechazar en individualismo metodológico, el neoinstitucionalismo propone una visión mas compleja al pensar a los actores racionales interviniendo en contextos institucionales que los afectan y exigen un tipo de racionalidad no solo reducible a la lógica de medios-fines. El análisis de casos y la recopilación de información empírica sobre el comportamiento político tienen la finalidad comprender matrices políticas complejas compuesta por actores, reglas, formales o informales, y limitaciones contextuales. Diversos trabajos muestran como las técnicas de investigación cuantitativa y cualitativa son esenciales para dar cuenta de las particularidades institucionales de los distintos países y analizar, apartir de eso, por ejemplo, el éxito o no que se ha tenido para instalar un modelo de desarrollo o promover un determinado tipo de políticas públicas.
D)Filosofía Politica Normativa: inspirado en el pensamiento de Karl Marx (1818-1883), el marxismo constituyo dentro de las ciencias sociales una de las corrientes con mayor influencia en el transcurso del siglo XX. Uno de los aportes fundamentales fue el de la lucha de clases que se presento como engranaje fundamental de toda la historia de la sociedad. Si bien no se puede dar una definición univoca de clase, en el marxismo se admitió mayoritariamente que el criterio se sustenta en distinguir en aquella clase que tiene o detenta los medios de producción y la que sólo cuenta con su fuerza de trabajo para vender en el mercado. Lo que caracteriza según el marxismo clásico a la relación entre estas dos clases es la explotación que se produce a través de la apropiación por parte de la clase capitalista de la plusvalía que generan los asalariados. Es decir la diferencia entre el salario que un trabajador recibe por su fuerza de trabajo y el valor que el trabajador produce con su fuerza de trabajo.
La cuestión de la “conciencia de clase” es importante, la desarrolló al estudiar las causas que llevaron al fin de la Segunda República Francesa y a la invasión del tercer imperio bajo el mando de Luis Bonaparte “Millones de familias forman una clase cuando viven en condiciones económicas determinadas que las distinguen por sus costumbres, sus intereses, y su cultura, de otras clases y se oponen a éstas hostilmente. Pero si entre los campesinos parcelarios existe una unión puramente local y sus idénticos intereses no generan un sentido de comunidad, ni de unión nacional o de organización política, entonces no forman una clase”.
La idea de Marx respecto de las condiciones que llevan o no al reconocimiento por parte de un grupo que tiene intereses comunes llevó al marxismo clásico a realizar una distinción entre la “clase en sí” y la “clase para sí”:
-Clase en sí: No tiene consciencia de sus intereses en común aunque se encuentren en las mismas condiciones. Marx colocaba en esta situación al campesino francés, debido al aislamiento en el que vivían.
-Clase para sí: tiene consciencia de sus intereses comunes y se organiza a fines de defenderlos.
La política, de este modo, asume un rol subsidiario, derivado de las relaciones sociales de producción. La competencia política es un reflejo de la competencia entre las clases sociales. Dentro del pensamiento marxista Antonio Gramsci (1891-1937) se aparta de esta concepción superestructura, y pone énfasis en lo que dio a llamar “hegemonía cultural” concibiéndola como componente central de la dominación del capitalismo.
A través de la dirección cultural la sociedad (generada mediante las instituciones educativas y religiosas, y partidos políticos, los medios de comunicación) , la clase dominante apuntala su predominio económico. Para constituir una sociedad sin clases se necesita la hegemonía cultural de las clases dominantes: “La supremacía de un grupo social se manifiesta de dos modos, como “dominio” y como “dirección intelectual y moral”. Un grupo social es dominante respecto de los grupos adversarios que tiende a liquidar o a someter incluso con la fuerza armada, y es dirigente de los grupos afines o aliados. Un grupo social puede y hasta tiene que ser dirigente, ya que antes de conquistar el poder gubernativo (esta es una de las condiciones esenciales para la conquista del poder);luego ,cuando ejerce el poder y aunque lo tenga firmemente en las manos, se hace dominante, pero tiene que seguir siendo también “dirigente””.
Para Gramsci la acción y la organización política desempeñan un rol mucho más destacado que en la obra de Marx. Para él la política no es reflejo de la economía, es decir que no pueden ser escindidas o tomar a la política como un epifenómeno de la primera. Por eso toma de Marx textos como El Dieciocho Brumario, donde la política desempeña un rol fundamental, en desmedro de otros textos de Marx en los que la producción económica constituye la estructura y la política es un derivado de ésta. Para Gramsci a diferencia de Marx (para quien el Estado era un mero comité de los asuntos de la burguesía) , aparece como una necesidad que el proletariado ocupe posiciones en el aparato estatal en pos de imponer su bloque Hegemónico. La obra de Gramsci tuvo influencia en Argentina en pensadores como José Aricó y Juan Carlos Portantiero. Marx, en los postmarxistas, en nuestro país Ernesto Laclau.
Filosofía social critica y debate sobre el poder: Habermas y Focault: El poder es un concepto de particular relevancia para la ciencia política. Aunque la política comparada no ha ofrecido demasiados avances sobre el estudio del poder. Este ha sido objeto de estudio de Michel Focault (1926-1984) que desarrolla la concepción en contraposición a la teoría de Jurgüen Habermas (filosofo alemán nacido en 1929) quien hablaba de situaciones del habla libres de poder para llegar a consensos.
Habermas desarrolla una teoría social del conocimiento en el cual el lenguaje ocupa un lugar central, distinguiendo entre tres tipos de interés cognoscitivos: el interés técnico, el interés práctico, y el interes emancipatorio.
Habermas criticó la pretensión ideológica de que el conocimiento guiado por el interés técnico (fuertemente impulsado por el modelo del positivismo) fuera el único tipo de conocimiento legítimo así como la consiguiente tendencia a la reducción de todos los problemas de acción a los problemas de control y de manipulación técnicos. Este reduccionismo a lo técnico tenía como implicancia la creencia de que la política se solucionaba sólo a través de la técnica y llevaba a la declinación del campo político.
En su Teoría de la acción Comunicativa resaltó la existencia del “interés práctico”, que alude al estudio de la “acción comunicativa” definida como una interacción simbólicamente mediada. Se orienta por normas obligatorias que defienden expectativas reciprocas de comportamiento y que tienen que ser entendidas y reconocidas al menos por dos sujetos agentes. Mientras que la “eficiencia de las reglas técnicas y de estrategias” depende de la validez de enunciados empíricamente verdaderos o analíticamente correctos, la validez de las normas sociales viene asegurada por un reconocimiento intersubjetivo fundado en el entendimiento o en un consenso valorativo.
Lo práctico, entonces supone un proceso colectivo de deliberación para llegar a un consenso racional entre ciudadanos de lo que es verdadero o justo en un determinado contexto. El hecho de que un consenso sea racional o no, depende de la existencia de una situación ideal de habla en la que no existen coacciones externas ni propias de la estructura de la comunicación. Esta situación alude a un intento de disolver las relaciones de poder en la comunicación de forma que sea posible establecer una esfera política pública no subvertida por el poder y en tal sentido sentar las bases para una mejor democracia.
Focault, otorga un papel importante para explicar los fenómenos políticos y sociales. En Vigilar y Castigar. Focault dio el cambio en lo que respecta a la modalidad del castigo (se pasó de verlo como una venganza del soberano a una defensa de la sociedad). A tales efectos estudio sistemas penales occidentales y el mecanismo de control inducido en la modernidad: el panóptico. Esto se basaba en la idea de que los reclusos siempre eran observados pero no podían ver quien lo hacia, aunque quizás no hubiera nadie vigilando, debían comportarse como si fueran constantemente observados. La vigilancia constante puede transformar la obediencia en una conformidad habitual con las normas y su consecuente internalización – esta última implica capacidad de control de la subjetividad de los individuos a través de la imposición de creencias, valores y de una identidad-. En este sentido, el juicio lo es sobre la subjetividad de los individuos (mediante el cual se los califica como normales o criminales) y no sobre sus actos. Entonces el poder construye una subjetividad.
El poder no es necesariamente prohibitivo porque o posibilita o inhibe determinadas acciones que se encuentran enmarcadas dentro de la subjetividad por él construida. En cuanto al carácter relacional, el poder no actúa directamente sobre las personas, sino que construye un conjunto de acciones que inciden sobre otras acciones. Es impersonal el poder, tanto y en cuanto no sea ejercido en función de un interes por parte de grupos. Es un modo de acción que no actúa de manera directa e inmediata sobre otros sino que actúa sobre sus acciones, posibilitándolas o inhibiéndolas, o excluyéndolas.
La tradición liberal: Teorias de la justicia de Rawls y Nozick: En los EEUU los trabajos de Rawls y Nozick , preocupados por temas clásicos como la igualdad y la justicia, muestran la influencia importante que inclusive en el contexto epistemológico dominado por el conductismo, tenia la teoría normativa. Ambos son exponentes de un actual debate que tiene el Estado. Rawls es representante de la tradición igualitaria, en la que la igualdad posee un rol tan destacado como las libertades. Es representante de la tradición igualitaria. En tanto Rawls lo es de la tradición libertaria. El problema que se plantea Rawls (en la obra Teoría de la Justicia) es como en una sociedad plural es posible procesar de la forma más justa posible las desigualdades que son ajenas a la voluntad de las personas, que son producto de una “lotería natural” (ejemplo: el hecho de nacer en una familia rica o pobre), a tal fin Rawls desarrolla una teoría contractualista basada en la idea de imparcialidad. La influencia contractualista se apoya en la idea de un acuerdo original, un contrato entre individuos situados en una posición inicial de igualdad a partir de la cual surgen principios de justicia que rigen la estructura básica de la sociedad. Esa situación de igualdad originaria era una hipótesis similar a la de los contractualistas, la llama “thought experiment” o experimento mental. En este estado, las personas acuerdan las condiciones de un contrato que define los derechos y deberes básicos de los ciudadanos en una sociedad civil. La gran diferencia, sin embargo, consiste en que en el estado de naturaleza puede suceder que ciertos individuos (los más fuertes o talentosos) obtengan una ventaja sobre otros, más débiles o menos capacitados. Para evitar esto, Rawls establece que en la posición original se determinan representantes de los ciudadanos que son puestos bajo un velo de ignorancia, que como tal, les quita información acerca de las características moralmente irrelevantes de los ciudadanos por ellos representados. Por consiguiente, estas partes representativas no estarán al tanto de los talentos y habilidades, etnicidad y sexo, religión o sistema de creencias de sus representados. Este es el carácter que le da imparcialidad a la posición original, cuestión que el estado de naturaleza carecía. El velo de ignorancia se erige en garantía para mantener la posición original y en virtud de él los hombres desconocen el papel que ocuparán en la sociedad. El velo de ignorancia impide a las partes evaluar cómo los principios de justicia afectaran las circunstancias particulares, están todos situados del mismo modo y ninguno es capaz de delinear principios que favorezcan a su condición particular, los principios de justicia serán el resultado de un acuerdo o de un convenio justo.
Los dos principios de justicia que serán elegidos en la posición original por parte de individuos racionales y mutuamente desinteresados son: el principio de libertad equitativa y el principio de diferencia. El primer principio hace referencia a la igualdad en la distribución de libertades básicas, el segundo sostiene que las desigualdades económicas y sociales sólo son justas si generan beneficios compensadores para todos (en general) y para los miembros menos aventajados de la sociedad (en particular). El segundo aspecto denota la preocupación igualitaria del autor, que busca procesar las desigualdades existentes de la forma más imparcial posible (aunque no eliminarlas).
Nozick ofrece una respuesta a la concepción de Rawls en su libro Anarquia, Estado y Utopía basándose en la preeminencia de las libertades , el autor desarrollo una concepción retributiva de la justicia, la cual se rige por principios históricos de la justicia que sostienen que las circunstancias o acciones pasadas de las personas pueden producir derechos o merecimientos diferentes. Entonces el hecho de que las capacidades y lugares en la estructura social con las que nacen los individuos sean arbitrarios e inmerecidos no justifica que los individuos puedan ser despojados de su derecho a hacer uso de esas ventajas de la forma que mejor les parezca. No es deseable la existencia de la intervención externa a la dinámica propia de las transacciones del mercado libre con el objetivo de asegurar una determinada distribución de bienes, en tanto que todo mecanismo de distribución que se encuentre centralizado en un determinado actor implica un serio riesgo para las libertades individuales. El corolario de esta teoría es que el Estado debe desarrollar funciones mínimas, entre ellas asegurar que se lleve a cabo el intercambio entre las personas sin intervenir en éste, el Estado distributivo es inmoral porque interfiere en los derechos individuales.
Influencia del feminismo en la teoría política contemporánea: El feminismo es una corriente de pensamiento que se estructuró políticamente durante la década del 70 en base a la premisa de que los roles de género eran una mera construcción cultural y que los roles (el masculino asociado a la competencia y el femenino a la asistencia) no hacia mas que reproducir un sistema de dominación sobre las mujeres. Entonces los roles de genero eran una construcción cultural. La ruptura de esto se podía llevar a cabo logrando el ingreso de las mujeres a la esfera pública. El éxito de los hombres en la esfera pública se sustentaba en la opresión de las mujeres en la esfera privada, dedicadas a realizar tareas domésticas de tipo asistencialista (desde la alimentación al cuidado de enfermos entre otras). En tal sentido Young afirmó que “una teoría política reflexiva debería reconocer que la gloria de lo público se encuentra dialécticamente entrelazada con la explotación y represión de lo privado, y con quienes son restringidos a esa esfera para atender las necesidades de las personas”.
Si bien el feminismo no tuvo directamente una entidad o gravitación sobre la ciencia política en virtud de dicha corriente surge uno de los más importantes desarrollos de la teoría política contemporánea: la ciudadanía de grupos. Este desarrollo teórico tuvo su origen en la crítica feminista realizada a la teoría del contrato social. Pateman la realiza en 1988, y analiza la particular relación entre el contrato y el patriarcado y sostuvo que mientras la historia del contrato sexual era una historia de sujeción en tanto reforzó la exclusión de la mujer: las mujeres no son parte de este contrato según la autora, en el cual los hombres transforman la libertad natural en la seguridad de la libertad civil. El contrato al que llama sexual, es el vehículo a través del cual los hombres transforman su derecho natural sobre las mujeres en la seguridad del derecho patriarcal civil. Señaló que les da un status formal, pero que materialmente las mujeres no gozaban en plenitud del ejercicio de los derechos de la libertad civil, porque quedaban muy supeditados a sus condiciones personales, digamos que universalmente en abstracto los consagraba , pero en concreto era dependiente de muchas contingencias. La libertad de los hombres, en cambio no corría esta suerte. En base a los postulados del feminismo se echa luz a que todavía existían personas en las democracias capitalistas liberales que eran tratados como ciudadanos de segunda clase, y de ello como derivado se obtienen dos postulados:
-Que la universalidad de la ciudadanía no implica necesariamente una universalidad con trato igual.
-Que el intento por enfatizar la universalidad en detrimento de las particularidades no hace mas que reproducir las diferencias existentes entre los grupos privilegiados y los oprimidos en tanto acentúa la exclusión política de los segundos.
En virtud de ella se plantea pasar de la ciudadanía universal a la ciudadanía de grupos, pues sólo mediante la representación de grupos y la designación de derechos especiales a los grupos desaventajados, sería posible asegurar la inclusión de los mismos. Entonces sólo la comunicación de las experiencias y el conocimiento derivado de circunstancias sociales diferentes hace posible obtener resultados justos de los procesos de toma de decisión democráticos.
E)Otras áreas de la ciencia política: Administración pública y relaciones internacionales:
Administración Pública: modelos de administración pública y de toma de decisiones.
Modelos de A.P: burocracia Weberiana, nueva gestión pública y gobernanza: La cuestión tiene, no obstante su multidisciplinariedad, como objeto de estudio el Estado.
La formalización de la teoría y la práctica de la administración pública se remite a comienzos del siglo XX y permaneció sin cambios hasta el último cuarto de siglo. El modelo predominante fue la burocracia Weberiana, el cual reemplaza la primacía de las relaciones interpersonales, en la administración pública por las reglas escritas. Hacia fines del siglo XX , se produce un cambio en el modelo weberiano o tradicional debido a la existencia de sociedades cada vez más complejas, llegó el tiempo de lo que se dio a llamar “nueva gestión pública” o gerencialismo caracterizada por la incorporación de herramientas de gestión del sector privado al Estado. Ya en el siglo XXI se habla de la “teoría de las redes” o en ellas está basado el modelo de “gobernanza” que resalta la importancia de establecer articulaciones entre los distintos actores involucrados en la gestión pública, no sólo gubernamentales sino también los actores de la sociedad civil. Ahora pasamos revista a los caracteres de estos tres modelos:
-WEBERIANO O TRADICIONAL:
§ Weber señaló 3 tipos de autoridad:
-Tradicional basada en la costumbre.
-Carismática basada en ciertos dones de gracia personal.
-Racional-Legal: de la cual derivan 6 principios básicos de la burocracia:
a)La autoridad deriva de la ley.
b)La autoridad está definida en función de una estructura jerárquica (superiores con autoridad respecto de los inferiores). Impersonalidad porque la autoridad no depende de cualidades personales sino de la posición que ocupan en la estructura jerárquica.
c)Se basa en documentos escritos que no son propiedad del burócrata sino de la organización (dominio público).
d)Conocimiento especializado dada la especificidad de la función y capacitación.
e)La A.P se rige por normas generales que pueden ser más o menos estables y se caracterizan por la posibilidad de poder ser aprendidas.
En definitiva un sistema en el que los individuos no eran quienes primaban ni las relaciones interpersonales, sino las reglas que lo regulaban.
A esto se suma lo que es mérito de Woodrow Wilson (1856-1924) que separa política de burocracia. Esto es una diversificación funcional según la cual los planes de acción gubernamental debían estar a cargo de los funcionarios políticos, en tanto que la implementación de los mismos debía quedar a cargo de la burocracia (los temas políticos tienen naturaleza diversa de los administrativos).
-MODELO DE NUEVA GESTIÓN PÚBLICA: Surgido a fines del siglo XX implica no sólo una reforma del sector público, que ha incorporado muchas ideas del sector privado, sino un replanteo en las relaciones del Estado y la sociedad. Es posible resaltar 4 elementos:
-Focalización de los resultados.
-Cambios en los insumos administrativos.
-Cambios en los alcances de las agencias gubernamentales.
-Modificación de las relaciones de responsabilidad frente a los líderes políticos y los ciudadanos.
El primer punto se refiere a una mayor importancia otorgada a los resultados mas que a los procedimientos burocráticos tradicionales. El control de los resultados aparece como un nuevo paradigma de la gestión pública, para lo que es necesario definir los programas de las políticas y sus objetivos y establecer estándares indicadores que permitan medir si se han alcanzado los mismos y se llego a ello de manera eficaz. En cuanto al segundo punto de los insumos, se alude a las modificaciones realizadas en la gestión de los recursos humanos y presupuesto, entre los que se incluyen el régimen presupuestario limitado y planificado, recortes de personal, introducción de sistemas de recompensas en base al mérito , un mayor énfasis en prestar atención a los usuarios y consumidores o particulares. El tercer punto referido al cambio en el alcance de las agencias gubernamentales implico una redefinición importante de la frontera entre la sociedad y el Estado en tanto la nueva gestión pública ha tendido a reducir los ámbitos de actuación del Estado mediante procesos de privatización y tercerización. El último punto alude a la relación entre burocracia y política, el modelo tradicional trazaba una separación, en tanto que el modelo de la nueva gestión pública impulsa una relación más fluida entre políticos y técnicos.
“La modernización del Estado”: en lugar de menos Estado “Mejor Estado”: En oposición a las políticas neoliberales que se instalaron en los 80’ que proponían reducir las funciones y el tamaño del Estado, surge un enfoque centrado en la calidad (Crozier 1989) , se pone acento a la necesidad de modernizarlo, para que colocándose al servicio de la comunidad, ofrezca mejores servicios (numerosos, complejos e inteligentes) y no menos. También se replantean las formas de intervención en la economía y la sociedad. Esta tarea demandó una reforma de la A.P en base a células de preparación desvinculadas de responsabilidades administrativas y políticas, la instauración de una cultura de control de evaluación de resultados y la capacitación de recursos humanos así como el fortalecimiento de liderazgos.
La literatura sobre la reforma de Estado en base a la nueva gestión pública: Se distinguen dos etapas:
-Reformas de primera generación o como dice Oszlak, “hacia adentro” tienen como objetivo el achicamiento del Estado.
a)Políticas de privatización.
b)Tercerización de servicios.
c)Descentralización y desregulación.
Estas establecieron nuevas fronteras entre el Estado y el particula, porque se desliga de funciones traspasándolas a otras esferas.
-Reformas de segunda generación o “hacia adentro”: tienen como objeto mejorar la gestión. Se pueden mencionar las siguientes políticas:
a)Restructuración organizativa del aparato administrativo.
b)Rediseño de las plantas de personal estatal.
c)Desburocratización de las normas, procesos y trámites administrativos.
d)Implementación de sistemas de carrera administrativa basados en el mérito, la capacitación y el desarrollo permanente en el personal y mejoramiento de los sistemas de información y soportes computacionales.
La misma crisis del modelo burocrático tradicional que llevó aa muchos Estados en el mundo (algunos por propia voluntad y otros empujados por las agencias internacionales) a plantear alternativas de administración basadas en la lógica del mercado, derivó también en un mayor énfasis en la gestión a partir de las redes. Las redes son estructuras de interdependencia que involucran a múltiples actores (públicos y privados) en relaciones de cooperación e intercambio. En el marco de la administración pública la noción de redes ha sido asociada con el concepto de gobernanza (governance), concepto que tuvo asidero en el ámbito académico, no obstante no poseer una precisa definición conceptual, lo que produjo que dada su utilización de manera amplia se llegó a confundir con administración pública. Aquí entendemos a la gobernanza como un tipo de administración pública, una especie del género, digamos que se caracteriza por la cooperación vertical y horizontal inter jurisdiccional e inter organizacional. Tal noción lleva implícita la noción de que las políticas públicas ya no son producto de las decisiones unilaterales del estado, sino que son producto de una compleja interacción entre este y la sociedad y entre las distintas agencias y jurisdicciones del mismo Estado.
Pero dentro del mismo modelo de gobernanza , han surgido distintas posiciones respecto al papel que debe tener el Estado en el marco de las redes de actores en el diseño e implementación de políticas públicas. Para un sector el Estado sigue siendo un actor central en tanto regula y controla los productos de las redes que él promueve, para otros el Estado es un actor insignificante que debe ser desplazado como instancia fundamental de coordinación. Tal postura puede traer aparejados dos problemas:
-El vinculado con la efectiva implementación de las políticas.
-El de la equidad de las mismas.
En tal sentido las capacidades del Estado , en cuanto a su extensión territorial , legal y sus recursos financieros como humanos) junto con las garantías que contiene un gobierno elegido democráticamente para representar los intereses de todos los ciudadanos permite afirmar que resulta indispensable la posición central del Estado, aunque por supuesto no exclusiva , en la implementación de políticas públicas.
Los modelos de administración pública que vimos evidencian tres formas distintas de coordinación social: las jerarquías, los mercados y las redes.
La jerarquía implica la existencia de relaciones de subordinación que definen una estructura vertical de coordinación en base a la autoridad.
El mercado implica la existencia de relaciones de competencia que definen una estructura de coordinación en base a elecciones individuales.
Las redes definen una estructura de coordinación en base a la cooperación, la persuación y la negociación.
Modelo burocrático tradicional. | Mod. Nueva Gestión Pública. | Mod. De gobernanza. | |
Forma de coordinación. | Jerarquía. | Mercado. | Redes. |
Base de interacción. | Autoridad. | Competencia. | Cooperación. |
Principio rector. | Legalidad. | Eficiencia. | Participación. |
Los modelos de toma de decisiones: racionalismo, incrementalismo y los modelos del Estado como actor no unitario: En el campo de las políticas públicas es de interes ver como se toman las decisiones políticas. Se han postulado dos grandes enfoques: modelo de la racionalidad y modelo incremental.
El de la racionalidad sostiene la posibilidad de establecer objetivos en función de los cuales se elige la mejor alternativa posible para concretarlos. En tanto que el del incrementalismo sostiene la imposibilidad de establecer este tipo de vínculos entre medios y fines.
Entonces el primero busca la adecuación a los medios para lograr los fines deseados, implica una racionalidad individual y no colectiva a través de la cual se persigue lo óptimo. Dicha adecuación entre medios y fines se realiza después de evaluar los resultados de las distintas alternativas políticas posibles y optar por la que resultaría más eficiente para lograr los fines previamente definidos. Entonces el modelo tiene un carácter comprensivo. La prueba de una buena o racional política es que se pueda comprobar que es el medio más adecuado para concretar los fines previstos. Se le achacó cierto carácter utópico por no tener en cuenta las variables políticas que pueden hacer que por consecuencias difíciles de anticipar se frustre.
En contraposición a tal modelo Lindblom desarrolla un modelo alternativo llamado “método de comparaciones sucesivas limitadas o incrementalista”, se tienen en cuenta en él pocas alternativas posibles, principalmente en base a la experiencia anterior y proceden a compararlas. Tiene un carácter conservador, y los cambios que realiza son excepcionales en las decisiones y se los ve como un medio de reparar errores de corto plazo, y refuerza la lógica de inercia y status quo que caracteriza a todas las organizaciones particularmente a las pertenecientes a la esfera política.
Resulta imprescindible hacer mención a los tres modelos posibles de toma de decisiones construidos por Graham Allison (1971) a fin de analizar la política estadounidense durante la crisis de los misiles con Cuba: el Modelo de Politica Racional (Modelo I), el Modelo de Proceso Organizacional (II) y el de Politica Burocrática (III).
a)MPR (I): el gobierno elige la opción que maximiza sus metas y objetivos estratégicos.
b)MPO(II): el Estado deja de ser entendido como un actor unitario y coherente, destacando la multiplicidad de organizaciones y agencias que lo integran, las decisiones emergen delas rutinas organizacionales que conforman el Estado. Si bien los lideres políticos pueden coordinar a estos múltiples departamentos, no pueden controlar sus procedimientos que están generalmente rutinizados y estandarizados. Cada nuevo asunto es enfocado con procedimientos previamente definidos.
c)PB (III): el Estado tampoco es visto como un actor unitario, pero lo que se destaca es la competencia política entre los distintos actores y organizaciones que lo integran. Las negociaciones adoptadas son productos de juegos de negociaciones entre actores con metas propias. Si bien hay jerarquías entre los jugadores, el poder estatal esta compartido y descentralizado, por lo que la política (Politics) cumple un papel fundamental o central en la definición de las políticas (policies). El camino finalmente adoptado no es el preferido por ninguno de los actores, sino el resultado emergente de la negociación interior del estado.
Resulta más realista lo que sucede en los modelos II y III en la medida de lo que sucede en el interior de los gobiernos, requieren del ciencista político una gran cantidad de información para dar explicación de la toma de decisiones. En tanto que el I, más simple y parcimonioso, prácticamente no demanda información sobre un caso particular para poder explicarlo desde sus supuestos.
Relaciones internacionales: El rol de las estructuras y de las instituciones sobre las acciones del estado en el plano internacional: Tenemos el realismo clásico de tinte Hobbesiano , que se extiende desde la conformación del sistema de Estados europeos hasta la guerra fría. Parte del supuesto de que el sistema internacional es un sistema anárquico porque las unidades que lo componen o sea los Estados son todos soberanos y se encuentran en una relación de coordinación y no de subordinación. Es como un estado de naturaleza en el que se encuentran los Estados en el contexto internacional, los mismos buscan maximizar el poder para defender su territorio y sus intereses de amenazas reales o potenciales. Lo que sucede es que en la esfera domestica como en la internacional prevalece la lucha por el poder pero las diferentes estructuras hacen que se traduzcan o no en violencia. En la domestica la lucha se caracteriza por un orden basado en el principio de autoridad, en tanto en el internacional se caracteriza por la inclinación a la violencia en un contexto básicamente de anarquía y horizontalidad en las relaciones. Hans Morgenthau, exponente de la corriente, enfatizó la importancia de la lucha por el poder que caracteriza a la vida en sociedad y señaló el distinto impacto que tiene esta lucha en el ámbito doméstico y en el internacional: “Dejando de lado las condiciones sociales particulares, el argumento decisivo contra la opinión de que la lucha por el poder en el campo internacional es un mero accidente histórico debe deducirse de la naturaleza política interna. La escencia de la política internacional es idéntica a la de su contraparte interna. Tanto una como la otra implican una lucha por el poder sólo modificada por las diferentes condiciones en que tiene lugar esta lucha de los campos internos o internacional”.
Pero la corriente realista clásica dice que el alcance de las acciones en la órbita internacional encuentra su limite en la necesidad de auto protegerse. En oposición a dicha perspectiva el liberalismo sostuvo que lo determinante es el régimen político interno de cada país , y este explica el comportamiento internacional de cada uno , así una democracia liberal se comporta de manera diferente a una no liberal, las primeras tienen mejor predisposición a integrar instituciones internacionales cooperativas que las segundas dada la capacidad de cumplir sus promesas y la transparencia de sus procedimientos.
Durante el periodo entre guerras, las posiciones liberales fueron llamadas por los realistas como “idealistas”, porque afirmaban que las relaciones internacionales se dirigían hacia una mayor paz y libertad. Para el realismo las instituciones internacionales representan a lo sumo una cristalización del poder de los Estados más fuertes, que pueden ignorar las reglas cuando estas no los favorecen. Entonces tuvo dificultades para profundizar y explicar las instituciones internacionales.
El proceso de internacionalización de la economía que comenzó a hacerse sentir fuertemente apartir de este momento, consolidó un escenario de interdependencia que deja en evidencia que el estado había dejado de ser actor dominante de la escena internacional, en tanto aparecen otros actores como las empresas multinacionales y las instituciones internacionales adquieren mayor peso. En este contexto surge en la década del 70 un nuevo paradigma que se opuso a la forma de entender el sistema internacional que había presentado hasta el momento el realismo, en tanto entendía que el comportamiento de los Estados en el plano internacional no obedecía sólo a criterios militares. Según Keohane y Nye el paradigma de la interdependencia tiene tres características fundamentales:
-Existencia de canales múltiples que conectan a distintos países, lo que significa que no priman solo las relaciones interestatales, porque también suscitan otras relaciones en las que participan organizaciones que no se encuentran enteramente controladas por los gobiernos locales.
-La agenda de dichas relaciones se amplio, y se tocan temas que antes eran considerados como de política interna como lo son la economía y no existe ya un predominio excluyente de la cuestión de la seguridad militar.
-La fuerza militar no es la única herramienta utilizada en la política internacional, resulta irrelevante o insuficiente como para resolver temas de naturaleza económica de países de la misma región.
Realismo clásico. | Interdependencia Compleja. | |
Principal Unidad de Análisis. | Estado. | Organizaciones gubernamentales y no gubernamentales. |
Tipo de conducta. | Maximización del poder a través del uso de la fuerza. | Cooperación. |
Objetivo. | La sociedad nacional que garantice la supervivencia. | La seguridad nacional deja de ser dominante y surgen otros objetivos económicos y sociales |
El debate contemporáneo entre estas corrientes se basa en una reconversión previa de ambos enfoques. La reconversión del primero derivo en el neorrealismo o realismo estructural sistematizado por Kenneth Waltz en su libro Teoría de la política internacional. Afirmó que el objetivo primordial de los Estados era mantener su posición en el sistema internacional y no maximizar su poder. entonces los Estados buscan contrabalancear al Estado con mayor poder en el sistema aliándose al Estado que se encuentra por debajo de la potencia. Por lo que el sistema siempre induce al sistema de equilibrios y no de hegemonías. La reconversión del liberalismo deriva en institucionalismo liberal o neoliberalismo que se aleja del optimismo del liberalismo clásico que sostenía que se podía alcanzar una armonía de intereses. El neoliberalismo sostuvo que era posible la cooperación en la medida que las instituciones moldean la percepción que tienen los Estados sobre sus propios intereses. Empieza así la dependencia de lo que piensan los demás Estados, sobre todo los dominantes y la funcionalidad a ellos, en pos de una cooperación.
Desde la Argentina, investigadores como Carlos Escudé y Roberto Russell desarrollaron innovaciones teóricas de interes para países “periféricos”. Según Escudé teórico del realismo periférico, estos países deben confrontar con las grandes potencias solamente en aquellos temas vinculados directamente con su interés nacional, mientras que deben alinearse detrás de las potencias en todas las otras temáticas, evitando conflictos innecesarios. Rusell elaboro el neoidealismo periférico, como guía exterior política para países como el nuestro, valorando nuevamente el interés nacional, la igualdad jurídica de los Estados y los derechos humanos.